Capítulo 44
Arielle Vandenberg
Futuro = Ansiedad.
──Lamento llegar tarde. ──susurro al ingresar en mi aula de clase.
Extiendo el permiso que me dio Vivien y tomo asiento en un lugar libre.
La mirada de todos están en mi, intento mantenerme concentrada en mis movimientos para no prestar atención a mi entorno.
Escucho al tutor que nos habla sobre las universidades, y recargo mi espalda en mi asiento.
Volver a la rutina no es algo fácil para alguien con ansiedad, lo que menos deseamos es ser lanzados a enfrentar el mundo, pensamos que nuestro lugar seguro en nuestra habitación, la fortaleza de sus paredes nos protege de cualquier destino violento que pueda afectarnos. Porque eso es lo que nuestra mente ve… peligros inminentes.
Tomo aire profundamente, y cierro mis ojos por unos segundos.
Pensar en el futuro que es incierto me causa un nivel alto de ansiedad, el tener que enfrentar el mundo lejos de mi fortaleza no es fácil. Todo aquello que no puedo ver, que logro contemplar me llena de miedo, me causa angustia.
Por ello pensé en algunas opciones en la ciudad, podría quedarme en casa con mamá, estaría a salvo en mi habitación y se que si pasase algo tanto Vivien como Angust buscarían mi bienestar pero entiendo muy dentro de mi que esa no es la repuesta que debería darle a mi vida. Comprendo que lejos de esta ciudad existe un mundo que merezco vivir pero mi mente se niega a darme esa oportunidad.
Nos muestran fotografías de algunas opciones fuera de Atlanta, fuera de Georgia.
Tan fuera que con solo verlas la soledad me embarga en forma de una sombra oscura que me llena de pánico.
Mi corazón comienza a palpitar con fuerza.
──Respira, Arielle. ──susurro para mí. ──. Solo respira.
La voz de Rhett en mi mente suena con más fuerza, y con más ímpetu.
Respira, Arielle…
Rhett…
Elevo mi mirada hacia la pantalla que muestra la Universidad de Utah con sus techos de blanco debido a la nieve.
Busco en mi teléfono la distancia que existe entre Atlanta y salt lake.
4.2 horas.
¡Mierda!
Hago a un lado mi teléfono, el tutor empieza a repartir folletos sobre algunas opciones hasta que llega a mi.
──¿Cuál llama tu ataque, Arielle?
Aprieto mis manos con fuerza sobre mis muslos.
──Universidad de Utah. ──susurro. ──. Y algunas de acá.
Sonríe y me extiende los folletos.
──Utah está un poco lejos pero gracias a los aviones podemos volver a casa en cualquier momento. ──susurra.
Asiento con calma, tomo los folletos.
Estaré a cuatro horas de distancia, ha cuatro horas de mi fortaleza, de mi madre y de los brazos de Rhett.
Mis ojos se llenan de lágrimas, pero niego encendiendo la pantalla de mi teléfono para vernos juntos en la fotografía que tengo de protector de pantalla.
Él va a esperarme.
──¿Vas a irte a Utah, Arielle? ──la voz de Ben llama mi atención.
Detallo que tiene en sus manos un folleto para NYU. Imagino que su beca deportiva fue aprobada.
──No lo sé.
──Deberías, dicen que es una buena universidad. Y quizás nos veamos en los juegos de football cuando juegue contra ese equipo.
Me guiña un ojo y se aleja. Todos conversan entre si, yo me levanto tomando mi teléfono en mis manos, y me encamino hacia una de las esquinas del aula.
Marco un número que no tarda en contestar.
──Apellido extraño.
──Utah… ──susurro. ──. Nieva… y son 4.2 horas en avión.
Un silencio se hace en la línea, un nudo se forma en mi estómago.
──Yo… ──susurro sintiendo tanto pero sin saber cómo expresarlo.
──Yo voy a esperarte… y me gusta la nieve. ──dice y sonrío viendo el jardín del instituto por la ventana del aula. ──. Yo estaré aquí en la empresa… esperando por la mujer que amo.
──Ok. ──susurro. ──. Pero tengo miedo.
──Es normal. Yo lo tuve cuando me fui pero… ese miedo se convirtió en ganas de vivir, de conocer, de crecer… ──suelta un largo suspiro. ──. Y ahora vuelvo a experimentarlo, y no está mal sentirlo, eso nos demuestra que estamos vivos.
──Estamos vivos. ──repito.
──Si, nada va pasarte. Nada va a pasarnos.
──Ok. ──suelto con pesadez.
──Te amo, Arielle.
Sonrío al escucharlo.
La decisión de irme es tan difícil como el dejarlo ir… pero quiero ser lo que él como hombre se merece, y estando aquí no voy a poder serlo, debo tener la suficiente fuerza para alejarme y volver.
Volver por él.
──El futuro me da ansiedad. ──confieso.
──A mi también pero confío en tu decisión. Puedes con lo que sea, Apellido extraño.
──¿puedes venir por mi al terminar?
──Claro que si. Iré por ti…
──Nos vemos, Ladrón de Dalias.
──Nos vemos, amor.
Tranco la llamada con una sonrisa en mis labios.
No puedo decir que me siento tranquila porque no es así, siento que están por pasar tantas cosas y eso me hace sentir intranquila. Sujeto con fuerza los folletos, salgo del aula para caminar por los largo pasillos para ir a mi próxima clase.
Mi teléfono vibra en mi bolsillo, lo saco para notar que es mi padre… Me detengo de golpe y recorro con mi mirada todo el lugar.
No ahora… no ahora.
Intento regresar en busca de la oficina de Vivien pero el timbre suena y todos corren. Salgo al jardín con mi teléfono vibrando en mis manos.
Tomo una profunda y larga bocanada de aire y desvío la llamada.
“Sino suma que no reste”
No puedo ahora, no ahora…
Apago mi teléfono porque sé que seguirá insistiendo, él es así… tarda en llamar pero cuando lo hace insiste hasta que habla conmigo.
──¿Qué haces aquí, Vandenberg? ──inquiere uno de nuestro tutores.
──Lo siento…
──Ve rápido.
Asiento volviendo al instituto para correr por los pasillos y llegar a tiempo a mi próxima clase. Necesito graduarme… quiero graduarme.
***
Espero con paciencia en el frente del instituto, escucho en la distancia la risa de Ben y de sus compañeros de equipo.
Sonríe viéndome en la distancia, y viene hacia mí.
Mierda. Rhett debe estar por llegar y la situación me incomoda.
──Arielle.
──Ben, por favor vuelve con tus amigos.
──¿Por qué? Solo quiero acompañarte mientras esperas a tu novio. ──lo último suena con irritabilidad.
Muerdo mi labio aferrándome a mi bolso.
──Tu novia va a molestarse y la verdad no quiero su veneno salpicándome.
──¿Millie? No vino hoy, sus padres van a divorciarse.
Me giro a verlo.
──¿Por qué? ──niega hundiendo sus hombros.
──No lo sé. Ella no ha querido hablar conmigo desde entonces. Así que yo ando en lo mío.
Me giro a verlo, está haciendo lo mismo que ella hizo conmigo.
──Pues no deberías. Te necesita en estos momentos… si eres su novio lo más correcto es que estés allí para ella.
Escucho una bocina en la distancia, La camioneta de mi novio aparca y viene hacia nosotros.
──Como lo hace él. ──señalo a Rhett. ──. Siempre está para mí, a pesar de todo.
Me alejo de Ben y camino con rapidez hacia el rubio que me abre los brazos, me recibe con fuerza y llena de besos mi rostro.
──¿Todo bien?
──Mas o menos.
──Lamento el haberte hecho esperar, tuve una reunión de último minuto. Te estuve llamando pero tú teléfono está apagado. Vine lo más rápido que pude. ──dice mirando detrás de mí, me quita mi bolso y lo toma. ──. ¿Estaba molestando?
Niego.
──Vamos… quiero ir al jardín botánico.
Sonríe al escucharme, me detalla y abre la puerta para que suba.
──¿Voy a robarme unas Dalias?
──Quizás… o podemos solo caminar por el jardín botánico tomados de la mano y dándonos besos.
──Eso me gusta.
Me da un beso rápido, cierra la puerta y rodea la camioneta lo más rápido que puede para montarse en ella.
──Mi papá me llamo hoy.
Se gira a verme, él sabe lo que causan sus llamadas en mi.
Mi ansiedad es producto de su ausencia.
──Por eso apagaste el teléfono. ──susurra mientras entrelaza su mano con la mía.
──Si. No quiero hablar con él… yo quiero poder decirle todo lo que me afecta pero no sé si podré hacerlo sin tener un ataque de ansiedad.
Su otra mano acaricia mi mejilla con dulzura.
──Solo debes recordar algo… ──sonrío.
──Respirar.
Asiente.
──Y que yo estaré allí para sujetar tu mano. Pasé lo que pasé.
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Respira
RomanceA veces olvidamos que la vida consiste en tomar un largo respiro y continuar con el camino. Si algo he aprendido es eso... ha apreciar hasta esa pequeña bocanada de aire fresco que inhalas y expande tus pulmones haciéndote sentir vivo y pleno. Vol...