capítulo 2

1.1K 155 8
                                        

Capítulo 2

Rhett Owen.

Volver.

La carpeta que lleva Vivien en sus manos cae en escritorio.

──Todo está a tu nombre. ──dice sentándose frente a mí. ──. Era su última voluntad, era lo que quería para ti, que te hicieras cargo de todo.

No abro la carpeta solo la observo en la distancia detallando mi condena...

──¿Por qué no fuiste anoche? Te estábamos esperando... era una cena Familiar y no apareciste.

──Tenia cosas que hacer Vivien. ──suelto acomodando mi chaqueta.

──¿Tener sexo? Porque te puedo asegurar que era eso lo que estabas haciendo. Por dios, Rhett.

──¿Qué me perdí en la cena? Tu quejas con respecto a mi estilo de mi vida, tus reclamos por no haber venido a su funeral. ──musito con total calma. ──. Ya sé, tu insistencia de que tome control de todo.

Relaja sus hombros y me detalla.

──Son tuyas, Rhett. Todo es tuyo... era lo que él quería. Tienes que hacerte cargo de ellas. Alex está haciendo lo que puede pero no son de él. ¿Qué quieres que se vayan a la ruina? Se qué soñaste en algún momento en ser la cabeza y el dueño de ellas.

Ladeo mi mirada hacia la fotografía que tiene en su escritorio.

──Cuando buscaba su aprobación... y eso fue hace demasiado tiempo. ──susurro levantándome para tomar el portarretratos en mis manos. ──. Soñaba con eso cuando quería su aceptación, cuando buscaba demostrarle que era su hijo, cuando buscaba que su mirada se posará en mi. Ya no. Ya no soy ese niño.

Siento sus pasos muy cerca de mi, posa su mano sobre la fotografía.

──Sé que ya no lo eres... te he visto crecer y convertirte en un increíble hombre que nunca lo necesitó pero en el fondo Rhett quieres las empresas, estudiaste y te graduaste para eso... no las quieres en ruinas. ──dice.

──Dile a Álex que me reuniré con él. ──musito, mi hermana sonríe y asiente emocionada.

Sonrió viendo a mi sobrina en la fotografía.

──¿Cómo está Cassie?

──Inmensa, extrañando a su tío con locura. ──dice. ──. ¿De verdad estabas teniendo sexo anoche?

Río al escuchar su pregunta.

──Si.

──¡Que asco, Rhett! ──se queja me río con fuerza para dejarme caer en el sofá que tiene en su oficina.

──Soy irresistible... que puedo decirte.

Detallo un expediente que tiene en su escritorio, mi hermana cierra la carpeta y la guarda en su archivero bajo llave.

──¿Tienes hambre?

──La verdad es que si. Vamos yo invito.

Mi hermana toma su bolso, y me sonríe con cariño abro mis brazos hacia ella para que venga a abrazarme.

──Te extrañe, tontín. ──susurra.

──Yo también, vamos.

Salimos de su oficina donde atiende a los estudiantes de la institución, siempre soñó con ser psicóloga y lo logró. Algo que me hizo muy feliz, porque no se rindió ante las demandas de nuestro padre.

Pasamos nuevamente por el pasillo donde estaba la pequeña rubia de ojos claros, detallo la puerta en la distancia.

Antes había sentido esa misma mirada. ¿En donde? No lo sé.

Respira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora