Capítulo 46
Rhett Owens
Caída.──Compre el arma hace semanas, no pensé que realmente me atrevería a hacerlo. Los pensamientos siguen en mi mente con tanta insistencia que solo veo una realidad, esa que misma que mis pensamientos pintan con tinta de sangre…
Me siento vacía, sola y decaída… no hay nada en este mundo que me haga creer que vale la pena vivir.
Pienso en la vida de los demás sin mi.
¿Será mejor? Estoy segura que si.
No estoy destinada a alguien, no nací para ser feliz.
Eso no es lo mío.
Lo que leí en el segundo diario aún se reproduce en mi mente, es difícil borrar esas palabras que para ella desatan tanto dolor.¿Cómo pudo sentirse así?
Para mí ella es mi destino, y si hubiese llevado a acabo con éxito su cometido, yo jamás habría conocido el amor de su mano. Mi pasado seguiría atormentándome, y jamás me hubiese tomado el tiempo de continuar.
Estamos destinados a algo, eso es así. La vida jamás será fácil… pero solo debemos seguir adelante, buscar ese propósito de vida y luchar por ello.
No estamos solos, jamás lo estaremos.
Yo veo en ella; fuerza, amor y valentía.
La ansiedad en dura, y ella la sobrelleva, hay días buenos, y otro no tan buenos pero sale a flote, sigue la vida y lucha por encontrar su camino.Resiliencia.
Eso la define, y eso define a cada persona que lucha en silencio con fantasmas que buscan entorpecer su camino de vida.
La ansiedad es real, y hablar de ello en voz alta debería ser normal. Puedo notar como poco a poco su cuerpo es invadido por la sensación de no pertenecer, de estar fuera de lugar, del vacío…
Vivien eleva su mano hacia el hombre que permanece detrás de mí, le bloqueó la vista. No puede ver lo que yo veo.
Su mente haciendo desastre.
──Tu tienes el poder. La vida consiste en hacerle frente a todo aquello que nos hace daño, tú decides si el momento es ahora y aquí. En algún punto deberes enfrentarlo. Tu decides cuando, es tu decisión, Arielle. Solo tuya.
No suelto su mano, murmura algo entre dientes y cierra sus ojos un instante. Puedo sentir que quien está detrás de mí empieza a acercarse, Arielle inhala con fuerza y abre sus ojos.
──Es hora.
Respira nuevamente esta vez con más pesadez.
──No…
──¿Arielle?
Ella se suelta de mi agarre y busca con la mirada a quien la llama, me hago a un lado a petición de Arielle a regañadientes pero lo hago. Puedo por fin darle un rostro a quien tanto daño le ha hecho a mi apellido extraño.
Se parecen… Arielle tiene sus ojos. Puedo notar algunas arrugas en su rostro, se nota que durmió poco. Pasea sus manos por su cabello canoso.
──Tengo días llamándote.
Arielle no dice nada, se mantiene en el mismo lugar con su mano en su pecho, estoy dispuesto a llevármela en cualquier momento… no voy a dejarla pasar por esto.
──Yo… no quería hablar contigo. ──suelta y eso tensa a su padre.
──Vivien voy a llevarme a Arielle.
Intento dar un paso, pero la mano de mi hermana me detiene.──Eso lo decide, Arielle. No usted señor Vandenberg. Le recuerdo que Arielle es mayor de edad.
Su rostro se muestra confundido, gira su mirada hacia la rubia que se mantiene al tanto de su respiración, está concentrada en eso para no permitir que le dé un ataque de ansiedad.
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Respira
RomanceA veces olvidamos que la vida consiste en tomar un largo respiro y continuar con el camino. Si algo he aprendido es eso... ha apreciar hasta esa pequeña bocanada de aire fresco que inhalas y expande tus pulmones haciéndote sentir vivo y pleno. Vol...