Capítulo setentaiocho.
»Punto de vista de TedDe: Michael Wallace
Fecha: 19 de junio de 2032 9:42
Para: Theodore Grey
Asunto: El EscalaTal como te he estado diciendo las últimas semanas, el Escala fue comprado por Joanna Umbridge y su esposo. Pagaron trece millones, quinientos doce mil dólares. He ido a investigar el lugar, haciéndome pasar por un agente de seguridad del edificio. Joanna ha de tener veintimuchos o treintaipocos. He logrado tomar algunas fotografías ¿Las adjunto?
Michael A. Wallace, director de asuntos de seguridad de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Suspiré al leer el mensaje. Hubiese deseado que fueran noticias sobre Amanda. Deslicé los dedos por el teclado, tratando de decidir si contestarle ahora o más tarde. Después de todo, ¿en qué puede afectarme saber lo que sucede en el Escala? Ese lugar ya no nos pertenece. Y había pasado un mes desde la desaparición de Amanda.
Volví a suspirar y le di a «Responder».
De: Theodore Grey
Fecha: 1 de junio de 2032 9:56
Para: Michael Wallace
Asunto: El EscalaSí, adjúntalas.
P.D: ¿Has sabido algo de Amanda?Theodore Grey, vicepresidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Michael Wallace
Fecha: 1 de junio de 2032 9:56
Para: Theodore Grey
Asunto: Mujeres desaparecidasCreo tener noticias, pero no estoy seguro. Preferiría investigarlo antes de contarte.
Michael A. Wallace, director de asuntos de seguridad de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Theodore Grey
Fecha: 1 de junio de 2032 9:56
Para: Michael Wallace
Asunto: ImbécilNi una mierda, dímelo ahora mismo.
P.D: No querrás perder tu empleo, ¿o sí?Theodore Grey, vicepresidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Michael Wallace
Fecha: 1 de junio de 2032 10:09
Para: Theodore Grey
Asunto: Quieto, labradorAnoche, mientras veía las fotos que tomé del Escala, me llegó una foto adjunta de un e-mail rarísimo: vainillachocolate@gmail.com. El e-mail fue creado en un cibercafé en un barrio extraño de Brasil. ¿Rarísimo, no? Bueno. La fotografía mostraba la dirección del Escala, escrito con letras elegantes. La letra es de mujer, cabe aclarar. La fotografía fue enviada anterior mente a un e-mail, también creado en el cibercafé de Brasil. El e-mail es confiaenb-o-b@gmail.com. Fue creado cuarenta y dos minutos antes de que vainillachocolate@gmail.com le enviara la foto. Como consiguieron mi e-mail, ni idea. Sobretodo porque se trata del e-mail que utilizo sólo para cuestiones de la seguridad en la empresa de tu padre.
Michael A. Wallace, director de asuntos de seguridad de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Theodore Grey
Fecha: 1 de junio de 2032 10: 11
Para: Michael Wallace
Asunto: Demasiadas palabras¿Tiene o no que ver con Amanda?
Theodore Grey, vicepresidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Michael Wallace
Fecha: 1 de junio de 2032 10:17
Para: Theodore Grey
Asunto: Demasiadas palabrasLa letra es de Amanda. Dime tú.
Michael A. Wallace, director de asuntos de seguridad de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Golpeé el teclado con desesperación. Brasil. Amanda. Su letra. No lograba entender la relación de una cosa con la otra. Quizá, sólo quizá, la clave estaba en el Escala. Sino, ¿por qué enviarían su dirección? Sin embargo, ¿Cómo Amanda puso haberlo hecho? ¿Cuándo? ¿Para qué?
Me levanté del asiento y me estiré para tomar el móvil. Marqué un número con rapidez.
- ¿Ted?
-Wallace, voy al Escala.
Wallace bufó.
-Allí no hay nada, Ted. Fui de visita, digamos, pero sólo me encontré con la tal Joanna.
Una loca idea me cruzó por la cabeza.
-Elena -contuve el aliento-. ¿No se trataría de ella?
-Pf, no lo creo. Joanna era una mujer joven, al menos bastante más que Elena.
- ¿Cómo era?
-Te aseguro que no tan alta como Amanda. Veamos...rubia, ojos azules, buenas curvas, piel clara. Oh, el cabello rizado. Elegante.
- ¿Y qué tal un familiar?
- ¿De Elena? Creo que sólo es Jack.
-Averígualo, mierda.
Wallace soltó un bufido, pero escuché que comenzó a teclear. Pasaron los minutos, pero nada.
-Oh, lo tengo -dijo-. Elena tenía un hermano, pero falleció hace unos años junto a su esposa en un accidente. Ellos tenían una hija. Comenzó a estudiar en una universidad en Inglaterra, pero dejó los estudios a mitad para casarse. Se divorció a los dos años y terminó la carrera hace un año. Su nombre es Natasha Lincoln. No hay fotografías de ella.
Mierda. Oh, mierda. Natasha Lincoln ¡Claro! Era la rubia que había ido al Grey Enterprises a pedir trabajo. Debe ser la misma. Oh, maldita sea. La sobrina de esa mujer quiso meterse en la empresa.
-Oh, Ted. Esto no va a gustarte.
Oh, esto ya no me está gustando.
- ¿Qué sucede? -le pregunté.
-Acabo de encontrar fotografías de Natasha Lincoln. No me vas a creer.
-Habla ya.
-Natasha Lincoln y Joanna Umbridge son la misma persona.
Contuve la respiración.
-A tu padre le va a dar un infarto -gruñó-. A mí me dará otro ¿Cómo no me di cuenta antes?
-Wallace, espera... -solté una maldición-. Ya lo tengo ¡Con un demonio, ya sé!
- ¿Ya sabes qué?
«-Y aún me debes un postre -hice un mohín-. Uno de chocolate, gracias.
-Quería de vainilla -ella hizo un puchero-. Me encanta la vainilla»
- ¡Vainillachocolate! -solté una risa-. ¡Eso es!
-Oh, maldita sea. Sabía que ibas a enloquecer.
-No, no. Wallace, escucha. Amanda y yo teníamos algo pendiente. Un postre.
-Ya sé de qué postre hablas. Uno que incluye condones. Pero no me interesa eso ahora, Ted.
-No, Wallace. Ella me había ofrecido un postre. Yo quería de chocolate, pero ella de vainilla ¡Vainilla chocolate!
-Estás tratando de decirme que el e-mail es de Amanda, ¿o qué?
-Si la foto con la dirección fue enviada desde ese e-mail, estoy seguro de que tiene relación.
- ¿Qué hay del otro? ¿Confiaenb-o-b?
-No lo sé.
-Entonces no es nada, Ted. Quizá es mera coincidencia.
Solté una maldición.
-Yo sé que algo tiene que ver. La respuesta está en el Escala.
-Pero yo ya fui...
Colgué. Corrí hacia la habitación. Tomé las llaves del auto, metí el móvil en el bolsillo, mi cartera y mis viejas llaves del Escala. Un presentimiento me decía que Amanda, el Escala y el misterioso e-mail tenían relación. Lo único que no me acababa de cuadrar es el otro correo ¿Quién era confiaenb-o-b?
-Amanda y Ted pronto van a reencontrarse-