· SEÑALES ·
No habrá paz para los malvados.
La desaparición de Aegiomon. Hacía ya unas semanas desde que Titamon y Gaiaumon denunciasen su desaparición y la investigación seguía sin dar sus frutos. En última instancia, Knightmon había puesto vigilancia a los Gazimon a la espera de que estos, en un error, le condujeran directos a una solución... Pero no hubo suerte.
—¡Podría estar muerto! —rugió el titán furioso.
—Tranquilízate. Perdiendo los nervios no conseguirás que vuelva. —Una seria y cercana amiga trató de calmarle, consiguiendo sacarle una sonrisa.
Kuzuhamon había decidido ausentarse de su negocio en estos momentos difíciles para estar al lado del que fuera su compañero de malicias en el pasado. Eso arrojó un poco de calma a un más que posible despertar de la latente ira de Titamon.
—Deberíamos dejar que la ley se haga cargo sin contratiempos. —La actitud taimada de Gaiaumon llamaba mucho la atención. Desprendía serenidad—. Sea quien sea el culpable, Knightmon lo terminará encontrando... O la culpable, no debemos descartar a nadie.
«La culpable». Mi cabeza no dejaba de pensar en lo manipuladas que parecían estar todas las pruebas en una dirección... Sin embargo un testigo de última hora frustró mis elucubraciones: Nanimon.
—Dime, Nanimon, ¿qué es lo que vieron tus ojos de... Cabezón?
—Una gata. Una gata negra, lo puedo jurar, hip. —Aquel día olía a alcohol más de la cuenta—. La vi merodear por las inmediaciones de la Floristería, como si estuviera tramando algo, hip.
—Lo siento, Bearmon, pero cualquier hallazgo señala única y exclusivamente a BlackGatomon... —Knightmon me miró a los ojos y supe lo que me iba a pedir—. Si conoces su paradero necesito que me des la ubicación. Tenemos que interrogarla oficialmente.
Agaché la cabeza decepcionado. No había sido capaz de exculparla, por más que mi instinto me dijese que la felina era inocente... A regañadientes asentí. Quizás no fuese tan mala idea después de todo si ella era capaz de demostrar su inocencia.
—Os conduciré. Pero necesito que me hagas una promesa antes. —Miré en dirección a los Dioses de la Destrucción, temeroso de que hubiera represalias severas por su parte—. Prométeme que asegurarás que nada le pase.
—Tienes mi palabra.
En ese momento Titamon se relamió. La ansía le podía y después de todo había sido un cruento Digimon, cuya implacable fiereza sería incapaz de combatir Kuzuhamon.
Se avecina tormenta.
ESTÁS LEYENDO
Equipo de Investigación Digimon
FanfictionEl Equipo de Investigación Digimon es un proyecto diverso, actualmente en proceso de reformulación, destinado a dar voz y visibilidad a los miembros de la comunidad hispanohablante de Digimon. Gracias a las entrevistas espero poder apoyar a todo tip...