Cortinilla #01

7 1 0
                                    

A medida que la inquietud general en torno al portal aparecido en la ciudad menguaba (Capítulo 01), el interés de este osezno iba in crescendo. La posibilidad de poder viajar al mundo humano por primera vez me llenaba de gozo, tanto que empecé a tramar en secreto un plan para conseguir acceso: con la ayuda de mi nueva compinche, Vegiemon, logré embaucar a los vigilantes PawnChessmon y así mantenerlos entretenidos mientras yo, quizás en un acto insensato, me aventuraba a lo desconocido... ¡Y menuda fantasía!

—Nos veremos a mi regreso. —Le guiñé un ojo a la planta insectívora.

Al cruzar el portal me encontré a mí mismo en una cafetería rústica y poco frecuenta, donde mi presencia más que generar pánico pasó inadvertida. La clientela, de mediana edad, acudía allí en busca de tranquilidad y para parlotear en una red social de nombre Twitter. Entonces, cuando me llené de valor, me acerqué a uno de aquellos extraños para conversar y, ¿cuál fue mi sorpresa? ¡Conocía de la existencia de los Digimon! Así que no pude evitar entrevistarle.

Equipo de Investigación DigimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora