· DESTINO FINAL ·
Todo lo bueno tiene un final.
La victoria suponía el principio del final de la historia —al menos de ésta, mis amigos—. BlackGatomon había quedado en libertad, pudiendo saborear un futuro que esperaba estuviese ausente de nuevos problemas.
La Maquilladora Impostora era cosa del pasado, como lo era también el juicio que la había sumido en una injusta tristeza. Una vez demostrada su inocencia, fueron muchos los que presentaron sus disculpas, rompiendo así este ciclo perturbador que parecía no acabar.
—¡Si siguen llegando más mails voy a explotar!— gritó Vegiemon, quien se ocupaba de contestar a los mensajes.
—No, no lo harás, porque en el fondo te alegras de que hayamos ganado. —Le guiñé un ojo.
La felina sonrió. Nos estaba muy agradecida por los servicios prestados. Aseguraba que sin nosotros su destino habría sido acabar en una celda el resto de su vida.
—Descuida, Vegiemon, ahora te relevo... Sólo debo limar estas uñas que tengo. —Se las enseñó—. En la cárcel no entienden que una debe mantenerse coqueta.
Todos nos reímos.
La naturalidad con la que BlackGatomon se estaba tomando todo era de admirar. Podría haber pagado su resentimiento con todos al final del juicio, pero no lo hizo. Entonces un rostro inesperado apareció en mi cueva, uno que arrojaría una verdad reveladora.
**********
Kuzuhamon se presentó con tez serena y firme, característica en ella. Era portadora de una nueva que pronto todo digimon del Mundo Digital conocería: el verdadero culpable.
—¿Y bien? —pregunté impacientado.
—Estabas en lo cierto, desgraciadamente...
Durante el juicio tuve un amargo presentimiento que se acentuó cuando el jurado entregó el veredicto. Tenía una sospecha que quise compartir con Knightmon para que investigara... Y menos mal que lo hice.
Tras la renuncia de Kuzuhamon como Diosa de la Destrucción, el ánimo de Titamon decayó y ni siquiera la introducción de Aegiomon pudo darle solución. El titán no quería hacer el mal, sino el bien y por ende el tercer componente del equipo decidió actuar. Gaiaumon necesitaba una excusa para desatar la ira de Titamon y a punto estuvo de conseguirlo... La desaparición de Aegiomon era el detonante perfecto, sin embargo yo me puse a investigar, trastocando así sus planes, y eso produjo que el Dios de la Destrucción necesitase una tapadera, un encubrimiento para salir airoso de lo sucedido.
—Titamon se lo ha tomado bien —explicó la empresaria—. Ha decidido que es hora de enterrar el hacha de guerra y ha accedido a ser mi socio en la floristería.
—¡Vivan las flores! —festejó Vegiemon.
—Y Gaiaumon cumplirá pena por sus acciones —afirmé.
Por contra BlackGatomon se echó a llorar al escuchar tal revelación. Ya nadie dudaría de su culpabilidad en el futuro y podría tener la vida con la que siempre había soñado al retirarse... Aún así, como gesto de buena voluntad, su último acto antes de desaparecer fue el de donar todo el dinero robado a las habitantes de Villa Miau para enmendar sus actos pasados.
—Les devolveré lo que es suyo. Es lo justo, ¿no?
En cuanto a este oso, ¿qué deciros? Puede que jamás volváis a leer una de mis historias —me evitará muchos problemas—, pero seguiré al pie del cañón con las entrevistas y quien sabe... Puede que en alguna de ellas disfrutéis de la cómica aparición de Vegiemon... ¡Os deseo lo mejor!
Adiós.
· F I N ·
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Equipo de Investigación Digimon
FanficEl Equipo de Investigación Digimon es un proyecto diverso, actualmente en proceso de reformulación, destinado a dar voz y visibilidad a los miembros de la comunidad hispanohablante de Digimon. Gracias a las entrevistas espero poder apoyar a todo tip...