Cortinilla #14

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Victoria.

La cafetería quedó libre de virus, libre del yugo de quienes la estaban apagando lentamente con sus vejaciones. Ahora Susie era capaz de proseguir su trabajo con normalidad, de ser feliz, de disfrutar de su día a día sin temor al mañana. Era libre de ser ella misma.

—¿Cómo estás?

—Bien. Contenta, vivaz, esperanzada. —La joven se puso de cuclillas para estar a mi altura y así mirarme a los ojos—. Eres un sol, Bearmon. No dejes que nadie apague tu luz.

¿Tanto se notaba lo minado que estaba? IceDevimon había ido con todo en su cometido de ganar el juicio y palpablemente me había pasado factura, física y emocionalmente.

—Yo, esto... Gracias.

Inesperadamente ella se abalanzó sobre mí, me abrazó y me dio un beso en la mejilla que me hizo enrojecer bastante. No había experimentado el amor —soy un digimon—, pero ese gesto me hizo sentir un cosquilleo en el pecho.

—Me he fijado en lo que haces, las entrevistas. —Sonrió. Luego se alzó y caminó hacia un rincón apartado—. En agradecimiento te he reservado esta mesa para que puedas hacerlas sin distracciones. —Pausó alegre—. Ahora que todo ha terminado es de esperar que la clientela aumente, por lo que vas a tener candidatos de sobra... Si es que aún quieres seguir haciéndolo.

—¡Por supuesto!

No podía estar más feliz. Ni ella tampoco. Después de todo este tiempo y tras mucho que superar, esto había llegado al final... de una etapa, pero comienzo de otra.


· F I N ·

Equipo de Investigación DigimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora