77- Circe con C de Cenicienta

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Despertó al día siguiente, Sirius le había dicho que podía quedarse en una de las habitaciones del segundo piso, donde también estaba la habitación en la que se quedaba Ron y la de los gemelos.

El tapiz descolorido en tonos oscuros cubría la pared, parecía haber visto tiempos mejores. Todo estaba lleno de polvo, a excepción del baúl de Circe que estaba a los pies de la cama.

Se rascó los ojos y se levantó de inmediato, había un montón de ruido abajo y supuso que podían llegar a necesitar ayuda. Así que bajó de inmediato.

-Buenos días- saludó a Molly, que estaba en la cocina.

-Buenos días, Circe- respondió ella- ¿Sabes deshacerte de un boggart? Creo que hay uno en aquel cajón y Ojoloco no viene hasta la semana entrante.

-Ahora lo saco- Circe sacó su varita del bolsillo trasero del jumper- ¿Sabe su hay muchos? Porque si los hay, estaremos llenos de Dumbledores pronto.

No lo pensó dos veces, abrió el cajón con rapidez y de inmediato, Albus apareció en la cocina.

-Pero que bueno verlo de nuevo- jugó Circe- ¡Ridikkulus!

-¿Eso era el profesor Dumbledore? – Molly la miró con extrañeza.

- La peor versión de Albus, diría yo. ¿Necesita algo más?

-¿Te importaría ayudar a los gemelos en el salón?

Circe subió de vuelta, el salón tenía grandes ventanales que daban a la calle frente a la casa, una gran chimenea flanqueada por dos gabinetes adornados con fachada de cristal y una pared entera cubierta con un tapiz del árbol genealógico Black. Sin embargo, necesitaba una buena limpieza.

-Hola, chicos- saludó Circe con una amplia sonrisa- ¿Qué hay que hacer?

Ambos pelirrojos estaban de pie frente a un gabinete lleno de artículos oscuros de todo tipo, varios de ellos los había visto en el Callejón Knuckturn, tenían piel de serpiente, botellas de sangre y las cajas de Polvos verrugosos.

-No podemos limpiar esto- dijo Fred.

- Es una locura, nos han atacado- siguió George.

-Están listos para pelear contra cualquiera que intente limpiarlos.

- No puede ser tan malo- Circe tomó uno de los frascos y la tapa la mordió- Auch.

-Te lo dijimos.

-Te advertimos.

-Solo necesitan un contrahechizo- Circe se concentró en recordarlo- lo leí en algún lado, esperen...

Era una oración larga que no estaba segura de haber memorizado, aparecía en el libro Consejos para repeler Magia Oscura con todo tipo de Magia. Pensó y pensó por un par de minutos.

-¡Lo tengo!- exclamó al final- veremos si dicíendolo solo yo funciona.

-Chica lista.

-Indigente lista.

Circe se aclaró la garganta y reorganizó las palabras en su mente, sacó su nueva varita, nerviosa porque no sabía de lo que sería capaz de hacer con ella y apuntó a los gabinetes.

-Quod domini tui tibi imponunt, ego te ab carmine solvo dum in manibus es. Incantationem abrogo- tomó uno de los frascos y esta vez no la atacó, se giró hacia los gemelos- si, parece que funciona.

-¡Genial!

Pero entonces, un estridente grito se oyó en la planta inferior, una voz aguda que hizo que la piel se les enchinara:

Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora