103- El adiós de los gemelos

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-Es que así pasó con la hermana de mi abuela- dijo de forma triste- y no pasó de los veinte.

-¿Desde cuando te pasa?

-Desde la semana pasada, por eso no he estado mucho con ustedes. Simplemente empiezo a toser y sale esto- explicó Astoria mostrándole el pañuelo- ¡No quiero morir a los 20!

-No vas a hacerlo, lo juro- insistió Circe.

-Además, está lo de Neville. No puedo aceptar, no le haré esto si solo podemos estar juntos cinco años más.

-¿Te lo ha preguntado?

-Va a hacerlo, tonta- Astoria sonrió-¿Sabes que es raro hablarte cuando luces así?

-Lo imagino- Circe soltó una carcajada- pero sigo siendo yo, Minnie no sabrá nada de esto.

-Eso es un alivio, imagínala escuchando nuestros problemas.

-TUS problemas amorosos- se burló Circe- pero ya en serio, no vas a morirte a los 20, te lo puedo asegurar. ¿Tu madre ya lo sabe?

-Fue la primera a la que se lo dije. Está preocupada, pero ella también cree que es la maldición. Que mierda.

-¡Lenguaje!- espetó Circe bromeando.

Astoria soltó una carcajada.

-Te odio.

-Bien, te veré más tarde- Circe se levantó con cuidado- ahora debo irme o comenzaré a lucir como yo.

Echó a correr al despacho de Minnie, iba a abrir la puerta cuando escuchó unas voces conocidas:

-¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?- ese era Remus, sin ninguna duda.

—No —contestó Harry—, no pasa nada... Sólo quería hablar... de mi padre.

Entonces se decidió a abrir la puerta, si Harry no sabía que era ella, no pasaría nada pero ¿Qué hacía Harry en el despacho? Entró sigilosamente.

-Potter- saludó.

-Oh, hola profesora- el chico no estaba muy inmutado- gracias por dejarme usar la chimenea para...

-Adelante, sabes que por mí no hay ningún problema. Ahora si me diculpas...

Abrió la puerta que daba a la habitación de Minnie, a diferencia del muro que separaba el despacho de Snape, la profesora tenía un sistema de seguridad menos avanzado. Del otro lado, se pegó a la puerta para poder escuchar.

—Mira, Harry —intervino Sirius con tono apaciguador—, James y Snape se odiaron a muerte desde el día que se vieron por primera vez, sentían aversión mutua, eso lo entiendes, ¿verdad? Creo que James tenía todo lo que a Snape le habría gustado tener: amigos, era bueno jugando al quidditch... Era bueno en casi todo. Y Snape no era más que un bicho raro que se pirraba por las artes oscuras, y James siempre odió las artes oscuras, Harry, eso te lo puedo asegurar. Es por eso que he insistido tanto en que no estaría complacido con las actitudes de tu hermana ¡Solo imagína saber que tu hija es un bicho raro con afición a las artes oscuras!

Circe sintió ese golpe, quería salir y gritarle a Sirius que se equivocaba. Se dejó caer en el piso, el cabello oscuro le caía sobre la cara de nuevo. No era posible salir ahora.

—Ya, pero de verdad no son así- discutió Harry- No la paso mal en las clases de Oclumancia, solo que ayer mencionaron algo al respecto y me surgió la duda. Pero todo completamente bien.

-¿Seguro?- insistió Sirius.

-Mira, Harry, lo que tienes que entender es que tu padre y Sirius eran los mejores del colegio en todo. Los demás pensaban que eran insuperables, y si a veces se dejaban llevar un poco...

Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora