109- Narcissa

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-¿Se puede saber por qué no tienes nada en la alacena?- preguntó Regulus mientras escudriñaba por toda la cocina.

-Hay café- contestó Snape mientras le pasaba una taza a Circe y servía otra.

-Voy a vomitar- avisó ella dejando la taza y subiendo las escaleras a prisa.

-¿Le pasa seguido?- preguntó Regulus.

-¿Lo de vomitar?- Snape lo miró pensativo- solo si vuela y en temporada de exámenes.

-No ha hecho ninguna de ellas.

-Es por la maldición. Alguien que aún no descubro quien fue le lanzó un conceram corda hace dos semanas, Poppy dice que en un mes debería dejar de vomitar violeta.

-Auch, ¿Cómo es que está tan normal después de eso?

-Me están zumbando los oídos- dijo Circe bajando la escalera- No fue nada, el dolor se fue en unos cuantos días- volvió a tomer su taza de café- ya es menos que al principio.

Entonces, las llamas verdes de la chimenea se encendieron, abriendo paso a un par de figuras que reconocieron como Draco y Narcissa.

-Alguien va a asesinarte- musitó Snape mientras Narcissa se sacudía la ceniza del vestido.

-Hola, Severus- saludó con una de sus maravillosas sonrisas, aunque el brillo de sus ojos no concordaba con esa expresión- Oh, Circe, estás aquí.

-Hola- contestó Circe antes de acercarse para abrazar a ambos.

-Hay algo que debo mostrarte, Narcissa- dijo Snape muy serio- No se trata de una broma ni mucho menos, yo me enteré ayer muy tarde, así que no te he ocultado nada.

-¿Qué pasó? Severus, me estás asustando.

Regulus entró por la puerta de atrás de la casa en ese momento, con una de sus sonrisas infantiles.

-¡Cissa!

-¿Qué carajos?- Narcissa se quedó en su lugar, mirando de arriba abajo a su primo- No, no, tú estás muerto.

-Pues no.

Ella caminó hacia él y contra todo pronóstico, le pegó una cachetada.

-¡Eres un idiota, Regulus Black!- gritó mientras volvía a darle un golpe en el hombro- Eres-un-idiota. ¿A dónde carajos te metiste? ¡Quiero escucharte hablar ahora!

-Cissa, por Merlín, Cissa para.

-¡No! ¡Vete a la mierda!- Narcissa le gritaba mientras lo abrazaba con todas sus fuerzas y comenzaba a llorar- Reggie, no. No tienes una idea de la falta que me hiciste- dijo llorando con más fuerza- No sabes lo horrible que es vivir sin ti, sin saber a dónde estabas, eres una mierda y podría...Merlín, podría matarte.

-Lo siento- contestó él, abrazándola de vuelta- Lo lamento mucho, no era lo que yo quería, de verdad.

-Creí que te había perdido, Reggie, Lucius está en prisión ¡Y ese pedazo de mierda quiere que mi hijo mate a Albus Dumbledore!- Cissy lloraba mucho más de lo que le hubiera gustado, volver a tener a su primo a su lado era bueno, era lo único que necesitaba.

-¡¿Que quiere qué?!- preguntó Circe mirando a Draco, quien de pronto parecía estar a punto de llorar también- ¿Es cierto, Draco, es cierto?

El rubio asintió, estaba ojeroso y sin duda temblaba.

-Ay no- Circe lo abrazó de inmediato- ¿Por qué tú? ¿Por qué no lo hace él mismo?

-Es un castigo- musitó Snape- porque Lucius no recuperó la profecía.

Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora