La señora Weasley los tuvo unos cuantos días trabajando muy duro. Tardaron tres días en descontaminar el salón. Al final los únicos trastos que quedaron fueron el tapiz del árbol genealógico de la familia Black, que resistió todos sus intentos de retirarlo de la pared, y el escritorio vibrante.
Sirius, sin miramientos, metió la porcelana, que llevaba el emblema y el lema de los Black, en un saco al que fueron a parar también una serie de fotografías viejas con deslustrados marcos de plata, cuyos ocupantes soltaron agudos gritos al romperse los cristales que los cubrían.
Snape se había referido a su trabajo como «limpieza», pero Circe y Harry opinaba que en realidad estaban guerreando contra la casa, que se defendía con uñas y dientes con la ayuda de Kreacher.
El miércoles por la noche, durante la cena, la señora Weasley se volvió hacia Harry y, con voz queda, dijo:
—Te he planchado tu mejor ropa para mañana por la mañana, Harry, y quiero que esta noche te laves el pelo. Una buena primera impresión puede hacer maravillas.
Ron, Hermione, Circe, Fred, George y Ginny dejaron de hablar y miraron a Harry. Éste asintió con la cabeza e intentó seguir comiéndose la chuleta, pero se le había quedado la boca tan seca que no podía masticar.
-¿Qué te sucedió?- Circe no recordaba haber sabido que algo andaba mal-¿Qué hiciste, Harry?
-¿No lo sabes?- contestó su hermano- ¡Me han atacado unos dementores!
-¿Qué carajos?- Circe se giró a mirar a los demás-¿Por qué nadie me dijo nada?
-Sirius dijo que te lo diría- respondió Hermione.
-Iba a hacerlo- justificó Sirius- pero luego empezaste un conflicto por algo absurdo.
-¿Entonces por eso...?- Circe se cruzó de brazos- Claro, ya entiendo.Que me ocultes cosas por lo visto ya no es novedad, ¿pero qué con los dementores, Harry?
-Pues atacaron a Dudley también, no me quedó más que lanzar un patronus, pero debo ir al Ministerio porque como sabes, usar magia fuera de la escuela no está permitido.
-Ya, y yo aquí como una tonta- su hermana frunció en ceño- sin saber nada. Todo estará bien, seguro Dumbledore te apoyará.
—¿Cómo voy a ir hasta allí? —le preguntó Harry a la señora Weasley intentando adoptar un tono despreocupado.
—Te llevará Arthur cuando vaya a trabajar —contestó ella con dulzura.
El señor Weasley, que estaba sentado al otro lado de la mesa, sonrió para animar a Harry.
Éste miró a Sirius, pero antes de que pudiera formular la pregunta, la señora Weasley ya la había respondido.
—El profesor Dumbledore no cree que sea buena idea que Sirius vaya contigo, y he de decir que yo...
—... opino que tiene mucha razón —continuó Sirius entre dientes. La señora Weasley frunció los labios.
—¿Cuándo te ha dicho Dumbledore eso? —preguntó Harry mirando a Sirius.
—Vino anoche, cuando tú estabas acostado —terció el señor Weasley.
Sirius, malhumorado, clavó el tenedor en una patata.
Al día siguiente estaban desayunando de nuevo en el comedor, había sido un alivio que gran parte de la casa estuviera ya perfectamente limpia y lista para ser usada.
-B-buenos días, chicos —los saludó Tonks con un bostezo. Esa mañana tenía el pelo rubio y rizado—. ¿Han dormido bien?
—Sí- contestó Hary.
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Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2
FanfictionLos hermanos Potter están de regreso, listos para sumergirse en la parte más oscura de su aventura. El pasado ha sido difícil pero el futuro no se ve muy prometedor para ninguno de los dos. Con Circe dividida entre lo que debe hacer y lo que su cora...