Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2

106- No hay lugar como el hogar

-Bueno, querida Poppy- Circe finigó una reverencia- fue un gusto estar aquí.

Se bajó de la silla de un salto. Poppy aún la analizaba con la mirada cautelosamente:

-¿Estás segura de que ya nada te duele?

-Muy segura- contestó con una sonrisa- Estoy perfectamente.

-Bien, entonces ve directamente al despacho del director. Me imagino que ya te están esperando.

-¡Gracias, Poppy!

Había sido una lástima perderse los últimos días de clase, el siguiente año debería comenzar a preocuparse por los T.I.M.O.S. y seguro que alguna otra locura pasaría también. El corredor estaba completamente vacío, todo el mundo se había marchado a casa.

-Circe, que bueno que ya estás bien- dijo la profesora Burbage cuando chocó con ella.

-Solo fue algo pequeño- contestó irónica- ¿Ya se va?

-Tengo algunas investigaciones que haré, estoy pensando en escribir un nuevo artículo.

-¡No puedo esperar a leerlo!- gritó a modo de despedida antes de alejarse corriendo.

Para cuando llegó a donde estaba la gárgola, se sentía bastante cansada. Quizá la maldición había tenido efectos que aún no habían estudiado. No tenía ganas de ver a Dumbledore, no se sentía en condiciones de pelear con él, por lo cual fue un alivio que estuviera Moody en el despacho también.

-¡Buenas tardes!- los saludó Circe.

-Ah, Circe- el director la miró a través de los lentes de media luna- Veo que ya te encuentras mucho mejor.

-Sigo viva, es lo importante.

Ojoloco dejó escapar una carcajada:

-Bien dicho. Gracias de nuevo por curar la herida que ese malnacido de Mulciber me había hecho.

-Nada que agradecer, lo sabes Moody.

-¿Así que Mulciber fue quién te atacó?- Dumbledore hizo un gesto para invitar a Circe a sentarse frente al escritorio.

-No puedo decir que haya quedado mejor que yo- Moody volvió a reír- Él y Dolohov tienen unos arañazos terribles en el cuerpo. Creímos que no sobrevivirían.

-Ellos nos hubieran matado de haber podido- Circe se sentó resoplando.-Una lástima que los dementores hayan abandonado Azkaban. Justo cuando les enviamos nuevos juguetes.

-Hicieron un gran trabajo- reconoció Dumbledore- Ya he hablado con Harry al respecto, ¿Te ha dicho la profecía? ¿O la has oído antes de que se rompiera?

-¿Habla de ésta profecía?- Circe acercó su varita al bolsillo de su túnica y levitó la esfera de vidrio hasta que quedó a la mitad del escritorio.

-¿De dónde la has sacado?- preguntó Dumbledore con sorpresa.

-Del bolsillo de la túnica- bromeó ella, ocasionando que Moody volviera a reír.

-Muy ingenioso- dijo el auror- No podías tocara...

-...pero sí levitarla- Dumbledore completó y esbozó una sonrisa- Sin embargo, creo que lo mejor sería romperla. Podría caer en las manos equivocadas ¿Alguien más sabe que la tienes?

-No lo creo, pero imagine que pasaría si yo hubiera decidido entregársela a Ya Saben Quién. Que escena tan divertida, ¿no? "Hermana del Niño-Que-Vivió entrega profecía completa al Señor Oscuro"

-¿Qué quieres decir con eso, Circe?

-Lo que usted quiera entender, señor.

-¡Déjense de juegos mentales!- gruñó Moody- ¡Albus, deshazte de esa maldita profecía y...!