Faltaban solo dos días para el inicio de las vacaciones de Navidad, Circe estaba agradecida por eso, necesitaba un descanso después del millón de discusiones que había desatado la pegajosa canción de Weasley. Por suerte, Snape le había dicho que podía quedarse en la escuela en lugar de ir al número 12 como en el verano.
Lo único que de verdad le hacía ilusión eran las reuniones del ED, y durante las vacaciones tendrían que suspenderlas, pues casi todos los miembros del grupo pasarían las Navidades con sus familias. De hecho, esa misma tarde iba a ser la última reunión antes de las vacaciones.
Circe llegó con tiempo a la Sala de los Menesteres para la última reunión del ED antes de las vacaciones, luego de una misión más haciéndose pasar por McGonagall. Harry ya estaba ahí, admirando como Dobby se había tomado la libertad de decorar la sala con motivo de las Navidades; había decidido colgar un centenar de adornos dorados del techo, cada uno de los cuales iba acompañado de una fotografía de la cara de Harry y la leyenda «¡FELICES HARRY-NAVIDADES!».
-Hola- saludó con tranquilidad.
-Hola- sonrió su hermano, aún llevaba herida la mano con la que había golpeado a Draco.
La puerta se abrió con un chirrido y entró Luna Lovegood con su aire soñador de siempre.
—¡Hola! —dijo distraídamente, y echó una ojeada a la decoración—. Qué adornos tan bonitos. ¿Los han puesto ustedes?
—No —contestó Harry—, ha sido Dobby, el elfo doméstico.
—Muérdago —comentó Luna en el mismo tono soñador, señalando un ramito lleno de bayas blancas que Harry tenía casi encima de la cabeza. Él se apartó enseguida—. Bien hecho —comentó Luna muy seria—. Suele estar infestado de nargles.
En ese momento llegaron Angelina, Katie y Alicia. Las tres jadeaban y estaban muertas de frío.
—Bueno —dijo la primera sin mucho ánimo, quitándose la capa y dejándola en un rincón—, por fin los hemos reemplazado.
—¿Reemplazado? —inquirió Harry sin comprender.
—A ti, a Fred y a George —aclaró Angelina, impaciente—. ¡Tenemos otro buscador!
—¿Quién es?
—Ginny Weasley —dijo Katie.
—Sí, ya... —comentó Angelina, que luego sacó su varita y flexionó el brazo—, pero es muy buena, la verdad. No es que tenga nada contra ti, desde luego —añadió lanzándole una mirada asesina—, pero como tú no puedes jugar...
—¿Y los golpeadores? —preguntó intentando controlar su voz.
—Andrew Kirke y Jack Sloper —dijo Alicia sin entusiasmo—. No es que sean muy buenos, pero comparados con el resto de inútiles que se han presentado...
La llegada de Ron, Hermione y Neville con Astoria puso fin a aquella deprimente conversación, y unos minutos más tarde la sala estaba llena.
—Practicaremos por parejas —Comenzó Harry la lección—. Empezaremos con el embrujo paralizante durante diez minutos; luego nos sentaremos en los cojines y volveremos a practicar los hechizos aturdidores.
Los alumnos, obedientes, se agruparon de dos en dos; quedando Circe y Harry como sobrantes, ambos lo dominaban, así que se pusieron de acuerdo para supervisar en lugar de practicar. La sala se llenó enseguida de gritos intermitentes de ¡Impedimenta! Uno de los integrantes de cada pareja se quedaba paralizado un minuto, y durante ese tiempo el compañero miraba alrededor para ver lo que hacían las otras parejas; luego recuperaban el movimiento y les tocaba a ellos practicar el embrujo. Neville había mejorado hasta límites insospechables.
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Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2
FanfictionLos hermanos Potter están de regreso, listos para sumergirse en la parte más oscura de su aventura. El pasado ha sido difícil pero el futuro no se ve muy prometedor para ninguno de los dos. Con Circe dividida entre lo que debe hacer y lo que su cora...