124- El investigador

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Ciertamente, Harry no se había detenido antes de comenzar a averiguar lo que Draco y Circe parecían estar haciendo y los otros dos chicos lo sabían. A penas le habían hablado en la última semana, con varias chicas Ravenclaw que aparentemente habían desarrollado una capacidad impresionante para orinar, no había sido tarea difícil. La escuela tenía mucho de que hablar y Harry discutía con Hermione al respecto.

Ron se había alejado de ellos, rodeado solo por los brazos de Lavender. Eran repulsivos. En opinión de Circe, Brown se valoraba muy poco. Resopló al ver como Draco dejaba caer una poción más de verduras hervidas en su plato.

-¡Eso es un complot!- replicó.

-Empieza a comer- Draco se acomodó junto a ella.

-Pero si acabo de terminar.

-Mentira, comer dos cucharadas de pasta y cinco zanahorias no es comer.

-No puedes obligarme.

-Quizá yo no, pero...-Draco señaló a la Mesa Alta, directo a Snape- alguien sí.

-No lo harías.

-Pruébame.

Circe gruñó con molestia y en tres bocados, terminó las verduras. Tenía días sin tener hambre, a veces se preguntaba si la maldición no le habría lastimado el estómago también. Tal vez solo estaba demasiado nerviosa. Se levantaron de la mesa para ir directo a la Sala de los Menesteres, sintiendo que Harry los seguía (Como si ignorara que en media hora empezaba un partido de Quidditch). Crabbe y Goyle caminaron detrás de ellos.

—¿Adónde van? —les preguntó Harry cuando los alcanzó.

-Ve al partido, Potter- Circe sonrió.

-No contestaron- el chico replicó- ¿A DÓNDE VAN?

—¡A la biblioteca!- Circe soltó con molestia- Sabes que no me gusta ir a los partidos, así que vamos a estudiar en la biblioteca, ¿Qué te pasa últimamente?

Fingiendo ofenderse, se tomaron del braso y dieron la media vuelta airosos. Harry se quedó plantado mientras los veía desaparecer.

Sin embargo, el acoso no se detendría ahí y lo sabían. Así que les pareció una buena idea que Circe se dejara ver entre las gradas mientras Draco acarreaba los libros que les servirían hasta la Sala de los Menesteres. Para su fortuna, Tonks y Moody estaban ahí viendo el juego a una distancia relativa.

-¿Qué hay?- saludó su amiga.

-Hola a...los tres- sonrió Circe al ver que Moody llevaba con él a Teddy.

-Hemos venido a echar un ojo por el castillo- explicó el auror- Al parecer las protecciones se han debilitado.

Un diminuto estornudo salió de Teddy, impidiendo que Moody siguiera hablando respecto a la vigilancia en Hogwarts.

-Parece que va a resfriarse- añadió el auror y luego miró al pequeño- Los buenos soldados no podemos mantener bajas nuestras defensas, no debes enfermarte.

-Ha sido solo un estornudo, dudo que...

Otro estornudo resonó, interrumpiendo a Tonks, quien miró a Circe con cierto desconcierto.

-Podemos llevarlo con Poppy- sugirió- o darle una Poción Pimentónica si quieren.

-Oh no- Moody acomodó a Teddy- seguro que el señor Lupin solo tiene sueño o algo así.

-Yo no he oído de nadie que estornude cuando tiene sueño- Tonks se burló- ¿Podrías traer la Pimentónica, Circe?

-Puedo convocarla, claro.

Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora