88- Escándalo

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En el tablón de anuncios de Slytherin habían colgado un enorme letrero, tan grande que tapaba casi todos los demás carteles: la lista de libros de hechizos de segunda mano que estaban a la venta, los habituales recordatorios de Argus Filch sobre las normas del colegio, el horario de entrenamiento del equipo de quidditch, las ofertas de intercambio de cromos de ranas de chocolate, las fechas de las excursiones a Hogsmeade y las listas de objetos perdidos y encontrados. El nuevo letrero estaba escrito con grandes letras negras, y al final había un sello oficial junto a una pulcra firma cargada de florituras.

POR ORDEN DE LA SUMA INQUISIDORA DE HOGWARTS

De ahora en adelante quedan disueltas todas las organizaciones y sociedades, y todos los equipos, grupos y clubes.

Se considerará organización, sociedad, equipo, grupo o club cualquier reunión asidua de tres o más estudiantes.

Para volver a formar cualquier organización, sociedad, equipo, grupo o club será necesario un permiso de la Suma Inquisidora (profesora Umbridge).

No podrá existir ninguna organización ni sociedad, ni ningún equipo, grupo ni club de estudiantes sin el conocimiento y la aprobación de la Suma Inquisidora.

Todo alumno que haya formado una organización o sociedad, o un equipo, grupo o club, o bien haya pertenecido a alguna entidad de este tipo, que no haya sido aprobada por la Suma Inquisidora, será expulsado del colegio.

Esta medida está en conformidad con el Decreto de Enseñanza n.° 24. Firmado:

Dolores Jane Umbridge Suma Inquisidora

-¿Pero qué tenemos aquí?- Pansy enarcó una ceja frente al anuncio-Una puta loca.

-Umbridge es una mierda gigantesca y rosa- Circe miraba boquiabierta el anuncio.

-¿Qué se supone que significa esto? ¿No más fiestas?- Daphne arrugó la nariz- ¿Es idiota o qué? ¡Violenta nuestras libertades!

-Umbridge violenta muchas cosas más que nuestras libertades, esa mujer quiere aniquilarnos a todos- Astoria suspiró.

-¿Señoritas?- Draco hizo un gesto sobre su muñeca como si llevara un reloj- Se hace tarde para el desayuno.

-Estamos indignadas, Malfoy. Cállate- Circe rodó los ojos- pero vale, solo porque tengo hambre.

-Y se van a indignar más porque hoy va a empezar a evaluar a los profesores- Draco contestó- estará con nosotros durante la hora con Mcgonagall.

El grupo de serpientes se dirigió directamente al comedor. Una vez más, la silla de Dumbledore se encontraba vacía. Ese nuevo hábito del viejo de encerrarse a desayunar era algo muy extraño que Circe llegaba a clasificar como sospechoso, ¿Qué carajos le estaba pasando?

Umbridge era su primera hora del día, así que tanto ella como Astoria prefirieron ignorarla en el Comedor y dedicarse a charlar sobre sus tostadas con mermelada. Todo se estaba yendo al carajo frente a sus narices y el viejo no se dignaba siquiera a aparecer a desayunar.

Como si no fuera posible que le agradara menos, el tipo parecía haber desaparecido y no por darle importancia a Harry, pero había que admitir que parecía que huía del chico. Menudo cobarde. Quizá estaba montando guardia con la profecía, pero si no lo había hecho en vacaciones, ¿Por qué lo haría ahora?

Circe levitó sus libros hacia el Aula de Umbridge, más les valía llegar antes que ella al salón o comenzaría a hablar estupideces sobre puntualidad. Era demasido, sencillamente demasiado insoportable.

-Merlín, como la odio- masculló Astoria en cuanto alcanzaron a oír sus pasos entrando al salón.

-¡Buenos días a todos!-saludó con su voz chillona.

Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora