Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2

131- Sigamos con esto

Andrómeda se había negado amablemente a tener en su casa a Hermione, alegando que no había espacio suficiente y no quería que algo más alterara a Circe, ciertamente se le veía más calmada luego de hablar con Snape el día anterior y no pretendía que volviera al mismo estado de antes. Al menos esa mañana había desayunado bien.

Estaba segura de que en casa de los Weasley todo el mundo estaría atareado con la boda de Bill y Fleur, ella y Regulus no asistirían pero no iban a negarles a los niños el gusto de ir. Sabía que a Percy ahora le emocionaba en el fondo ver a sus hermanos y padres, a Harry ver a sus amigos y seguro que Circe podría despejarse un rato. En cuanto a su hija y Remus, claro que irían. La primera boda a la que iría Teddy y nisiquiera lo recordaría, pero no tenía corazón para negarles el gusto.

Vaya que había costado avisar a los amigos de Harry de que no sería necesario ausentarse de la escuela para cazar horrocruxes. Todos los que podían buscarse, estaban localizados. La Copa sería destruída en breve. Lo difícil era con Harry y la serpiente. De igual forma estaba ahí, ayudando a Molly Weasley con la preparación de la boda y los arreglos florales. La mujer había traído a sus dos hijos menores y a Hermione.

Circe estaba a mitad de la sala sentada con Prince, su anciano gato negro, leyéndole a Teddy un cuento que sonaba como "La Cenicienta", claramente modificado a su conveniencia. Mientras que Harry y el resto estaba en el jardín trasero, excepto Hermione, que fruncía el ceño sobre un libro en el comedor.

-¿Lo has leído?-Hermione se giró señalándole a Circe la portada de su libro.

-Si- respondió la pelinegra y luego se volteó.

—Es un libro horrible, espantoso, lleno de magia maligna- continuó la Gryffindor- Éste es el que da instrucciones explícitas de cómo hacer un Horrocrux. Me gustaría saber cuándo lo retiró Dumbledore de la biblioteca.

-Los secretos de las artes más oscuras. Gran libro- Circe le sonrió socarronamente- Explica como pegarle los labios a la lengua a las insufribles sabelotodo también.

—Y cuanto más leo sobre ellos —prosiguió Hermione—, más horribles me parecen y más me cuesta creer que Voldemort hiciera seis. En este libro te advierten de lo poco sólido que queda el resto del alma cuando se divide, y eso creando sólo un Horrocrux... ¿Qué tan doloroso será crear una de esas horribles cosas? ¿Y no hay ninguna forma de volver a juntar las partes?

-Granger, estoy ocupada. Agradería que mantuvieras tu asquerosa presencia lejos de mí. No quiero hablar contigo, no voy a explicarte nada y no resolveré tus dudas para que luego me llames loca y te burles con Ron- gruñó Circe- No voy a darte material para que hables de mí a mis espaldas, no quiero hablarte. Tu y tus dudas pueden ir a resolverse a otro lado lejos de mí.

La estremecedora mirada de Circe atacó a la chica, sin duda había aprendido a lanzar miradas asesinas infalibles, pero ésta se disolvió en cuanto se volteó para continuar jugando con Teddy, cambiando a una iluminada, haciéndola lucir como si no rompiera un plato. Andrómeda sonrió, estaba a nada de salir de la cocina para detenerlas, pero no había sido necesario.

-Directa, ¿no?- dijo Molly con una media sonrisa.

-Es una Slytherin- Andrómeda suspiró y volvió a centrarse en los arreglos.

-Mis hijos la adoran. Siempre tenían historias que contar con ella, excepto Ron, ellos parecen no combinar mucho- continuó Molly- pero el resto habla maravillas sobre ella.

-Mi hija también estaba encantada con ella, sus cacerías de dragones y cada cosa que de repente me escribía...

-Supongo que son cosas de chicos, tiene el carácter algo ácido pero no lo sé, tiene algo que le da una chispa.