Carajo. Una de las opciones, quizá la más evidente era que Voldemort estuviera manipulando nuevamente la mente de Harry, quien evidentemente era un fiasco para la Oclumancia y que Sirius estaba perfectamente en su casa o que de verdad Voldemort lo tuvera, torturándolo seguramente. Sin embargo, tenía que haber una explicación a todo eso, debido a que los demás miembros de la Orden estaban vigilando la profecía. O eso se suponía.
-Tratemos de contactarlo primero- sugirió Circe.
-¿Por dónde?- preguntó Ginny.
-La chimenea de Dolores- Minerva se encogió de hombros- Vayan. Le avisaré al resto de la Orden.
Todos los niños asintieron y echaron a correr directo al despacho de Umbridge. Circe sabía que era la oportunidad perfecta para desenmascarar a la mujer que había sido una infiltrada de Voldemort por meses, tratando de obtener la profec+ia de Harry completa. Era el momento de exponerla.
-¿Qué haremos si está dentro?- preguntó Harry.
-Oh, es lo que espero- Circe le sonrió- esa perra tiene una deuda conmigo.
-¿Qué...?
No dio tiempo de terminar la pregunta, la oficina estaba justo frente a ellos ahora y Draco estaba sentado afuera tratando de atar una de sus agujetas.
-Mueve el culo, Malfoy- le dijo Harry con una sonrisa.
-Asunto de vida o muerte- Circe hizo un gesto para que se apartara. Sacó el frasco de veneno rosa y su varita del bolsillo. Estaba lista.
Ginny lanzó un Alohomora a la puerta, lo que hizo que la perilla se tronara y la puerta se abriera de par en par, revelando a Umbridge sentada tras su escritorio bebiendo té.
-¿Sí?- chilló la mujer- Que malos modales. Irrumpir de esta forma en una...
Circe hizo un gesto al resto, indicando que entraran. Harry se arrodilló de inmediato en la chimenea, seguido de Ron y Hermione. Luna y Draco cerraron la puerta y se quedaron cuidándola, mientras que Circe avanzaba de forma decidida hacia el escritorio.
-Si ya sabe como somos...-Circe se acercó a la mujer, más preparada que nunca para atacar.
-¡FUERA DE MI OFICINA, TODOS USTEDES!-bramó la profesora.
-¿Lo dice un jodido decreto también?- Circe bajó la mirada, quedando a la altura que la otra bruja sentada tras el escritorio.
-¡Eres una insolente!- Umbridge estiró uno de los brazos y con la palma de la mano abierta, pegó una cachetada a Circe, quien estaba lo suficientemente cerca.
Circe sintió los anillos de plata enterrándose en su mejilla y el ardor que le siguió. Nuevamente el cerillo acababa de ser encendido y si bien había pensado en actuar de forma más o menos civilizada, esa bofetada le había hecho hervir la sangre. La oficina se quedó en silencio.
-Y tú una abusadora de niños- le dijo con voz clara mientras sacaba su varita y apuntaba con ella al rostro de la profesora aún sentada.- una lástima de especie.
-¿Vas a atacarme? ¿De verdad?- la retó Umbridge.
-De verdad- Circe sonrió antes de pegar a la profesora a su asiento- ¡Epoximise! ¡Harry, ahora!
Harry asintió y se agachó en la chimenea, seguido por Ron y Hermione. Los tres estaban tratando de llamar a Sirius.
-¡Suéltame!- chilló Umbridge- ¡Estás en graves problemas con el Ministerio, Potter!
-¿Ah, sí?- Circe soltó una carcajada- Quizá compartamos celda entonces, ¿Le gustaría ver por la ventana? ¡Levicorpus!
Aún pegada a la silla, Umbridge quedó colgando boca abajo, mirando hacia la ventana que estaba detrás del escritorio, parecía tratar de alcanzar algo de uno de sus bolsillos, de los cuales caían un sinfín de cosas.
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Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2
FanfictionLos hermanos Potter están de regreso, listos para sumergirse en la parte más oscura de su aventura. El pasado ha sido difícil pero el futuro no se ve muy prometedor para ninguno de los dos. Con Circe dividida entre lo que debe hacer y lo que su cora...