86- De vuelta a Hogwarts

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En la casa había mucho jaleo. Por lo que pudo oír mientras se vestía a toda velocidad, Harry comprendió que Fred y George habían encantado sus baúles para que bajaran la escalera volando, ahorrándose así la molestia de transportarlos, y éstos habían golpeado a Ginny y la habían hecho bajar dos tramos de escalones rodando hasta el vestíbulo; la señora Black y la señora Weasley gritaban a voz en cuello.

-¡Podrían haberle hecho daño a alguien de verdad, idiotas! ¡Mestizos podridos, mancillando la casa de mis padres!

-¡Señora Black, por favor!- gritó Circe- Cálmese.

-¡Cerdos! ¡Asquerosa inmundicia! ¡Y esa estúpida sangresucia! ¡Todos, ojalá que ardan en el infierno! ¡Ladrones de magia!

-Señora Blaaaaack- Circe insistió mientras levitaba su baúl escaleras abajo.

La señora Weasley y Tonks iban a llevarlos a la estación para tomar el tren. Claro que para pasar desapercibida, Tonks se había transformado en una anciana. Sirius se había negado a quedarse en casa, así que fue también para despedir a Harry en su forma de perro.

Tras un largo trayecto en el autobús noctámbulo que los dejó mareados y con Ron a punto de perder el conocimiento, habían llegado a la estación. Circe había escuchado que para llegar al anduve, 9 ¾ era necesario atravesar un muro, sin embargo, jamás lo había hecho.

Todo el mundo empujaba carritos con sus cosas, era un desastre. En ese momento agradeció no tener que transportarse nunca hacia la escuela, era mucho más cómodo estar simplemente ahí y esperar a que todos los demás llegaran.

-¡Woah! Tu primer viaje en el tren- Tonks vitoreó- Que emocionante.

-¿Extraño, no?-Circe arqueó una ceja- He estado en la escuela más tiempo que la mayoría y jamás necesité hacer todo esto.

-Siempre hay una primera vez- guiñó Tonks y atravesaron el muro.

Del otro lado estaba una estación muy parecida a la anterior, llena de caras conocidas y las familias de un montón de sus compañeros de Colegio. En cuanto Harry llegó junto a ella, notó como todas las miradas se iban sobre él.

-Adiós, Sirius- dijo al perro con hostilidad.

En eso, unos brazos la rodearon desde atrás a la altura de la cintura.

-¡Astoria!- exclamó. Estaba más contenta que nunca de al fin ver a un aliado.

-¡Hola!- saludó su amiga y la soltó- Que extraño verte aquí, jamás tomas el tren.

-Oh, lo sé, ¿me das dos segundos para terminar de despedirme?

Astoria asintió y Circe se giró hacia Tonks y Molly, quien miraba la escena con cierto desconcierto.

-Adiós, señora Weasley- se despidió y no pudo evitar abrazar una vez más a Tonks- Te extrañaré, Nym.

-Seguro que nos veremos pronto- guiñó su amiga.

El resto de los chicos ya estaban entregando sus baúles, afortunadamente Astoria le explicó como funcionaba todo ese sistema. Era confuso. Subieron al tren, que estaba llenísimo para ese punto. Pero a su amiga no pareció importarle.

-He dejado a Neville apartando un compartimento- rió- claro que no contábamos con que aparecerías, pero no importa porque Malfoy tendrá que ir con los prefectos, ¿te enteraste, no?

-Oh si, Ron y Hermione también quedaron de prefectos.

-Ew

-Si, lo sé.

-¡Aquí está!- Astoria señaló a un compartimento, ciertamente Neville estaba ahí cargando una planta y Draco estaba recostado frente a él.

El rubio se incorporó en cuanto las vió.

Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora