Al día siguiente, Circe y Snape se encontraban paseando por el Callejón Diagon conversando animadamente. Tenían un montón de cosas que conseguir ese día, así que luego de una visita rápida a Gringotts, se dispusieron a conseguir la nueva varita de Circe. Esa era la prioridad.
Ollivanders seguía exactamente igual que hacía tres años, con un aparador de lo más polvoso que les causó estornudos al entrar. Snape se había encargado de llevar los pedazos que quedaban de la varita anterior, que por cierto parecían estarse despellejando.
- Bienvenidos- saludó Ollivander de inmediato- Ah, Circe Potter. No esperé verte tan pronto.
- Hola, señor- Circe contestó- mi varita se ha roto.
- Oh si, misteriosamente se ha roto- Snape rodó los ojos - ¿Quiere verla?
- Si la traen con ustedes, si por favor- Ollivander extendió la mano para tomar los fragmentos.
El fabricante de varitas dudó unos segundos antes de tomarlos, se veía desconcertado y una de sus manos tembló cuando los dejó sobre el aparador. Los analizo con cuidado y miró a Circe como tratando de comprender algo.
-¿Qué estabas haciendo cuando se rompió?- preguntó Garrick algo nervioso- ¿Qué hechizo usaste?
Circe y Snape voltearon a verse sin saber exactamente que contestar. Decir que había desgarrado los músculos de un mortífago no parecía ser una buena idea.
-¿Por qué es importante?- preguntó Snape- Solo diga si puede o no vendernos otra.
Ollivander abrió la boca para replicar, pero una de las miradas odiosas del profesor lo silenció. Esas miradas podían congelar hasta a Medusa, así que Circe sintió algo de compasión por el hombre.
-Si, se puede- Ollivander dijo aún más nervioso que antes- Lo preguntaba porque el pelo de unicornio es el núcleo más difícil de llevar a... ya saben las artes oscuras. Se necesitaría demasiada ira en el mago o un hechizo muy fuerte para romperlas de la manera que lo hizo esta. Pero en fin, ¿Qué se puede hacer, no?
Circe recordó el momento específico. No solo estaba molesta en esa ocasión, estaba tan enojada que hubiera sido capaz de despellejar vivo a alguien en ese mismo instante. Se sentía traicionada, dolida y estaba siendo literalmente sofocada. Sumándole el hechizo, la pobre varita no había soportado. Una lástima.
Finalmente, Garrick desapareció entre los montones de varitas mascullando cosas que no lograron comprender.
-Bien, probemos con esta- dijo pasándole una de tantas a Circe- es de espino, núcleo de nervios de corazón de dragón, 26 cm.
Con solo tocarla, Circe hizo que se estrellara un jarrón.
-Mmm no, parece que no. Demasiado temperamental, ¿cierto? – Ollivander tomó otra y se la pasó.
-Lumos- Circe probó con un hechizo sencillo, de verdad no quería poner más nervioso a Garrick, suficiente con soportar el aura negativa de Snape. La varita sacó chispas azules.
-Parece que el pelo de unicornio se rehúsa- añadió Garrick- creo que ese núcleo ya no es el correcto para ti. Prueba esta: madera de castaño, 28 cm, núcleo de pluma de fénix. Parecida a la de tu hermano.
Circe supo que esa tampoco funcionaría, tampoco lo hizo la siguiente, ni la siguiente, ni la siguiente. Snape había empezado a caminar de lado a lado de la tienda, mostrando frustración y fuertes signos de estrés.
-Busquemos medidas desesperadas- resolvió Ollivander y volvío a buscar entre las cajas- Mi hermano, encontró que la pluma del Ave de Trueno era un núcleo excelente. Al ser familiar del Fénix, producía una magia similar, solo que algo distinta también. Se sabe que el ave del trueno cambia de color a medida que convoca tormentas e incluso, que es capaz de sentir el peligro.
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Harry Potter y la Princesa de Slytherin 2
Fiksi PenggemarLos hermanos Potter están de regreso, listos para sumergirse en la parte más oscura de su aventura. El pasado ha sido difícil pero el futuro no se ve muy prometedor para ninguno de los dos. Con Circe dividida entre lo que debe hacer y lo que su cora...