𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Ochoa quien salía hacia la azotea pudo ver la única mesa del lugar, pero se sintió avergonzado al ver que quien estaba ahí no era su marido, se volteo con el mesero y le dio las rosas indicando que se las llevarán, llegó hasta la mesa indicada viendo a Lionel Messi, vestía un pantalón de vestir, camisa blanca y su corbata azul, se veía sumamente guapo...

-Messi, no sabía que eras tu quien había dejado esa tarjeta en mi puerta ¿Sucede algo?

-Nada en específico, solo quería conocer mejor al famoso Memo.-El de cabellos chinos rió ante el comentario de Leo-"Es tan lindo cuando sonrie"- penso Lionel.-Pero primero, ¿Deseas ordenar algo? Debes tener apetito.

-Dios, si, solo comí una guajolota en la mañana-Ochoa tomó la carta y comenzo a ver los diferentes tipos de platillos, pero todos tenían nombres extraños y costaban un ojo.

-Pide lo que vos gustes, yo pagó.

Cuando se acerco el mesero Messi le pidió un Warab enab, aunque Messi quería cambiar uno de los ingredientes del platillo recordó que estaba conviviendo con un mexicano, y por lo que recordaba del haber convivido con ellos son muy poco de cambiar los ingredientes en las comidas, solo quería lucirse ante el gran Memo y termino sin pedir ningún cambio en el, no queria que pensara que era alguien muy especial con la comida.
Ochoa seguía pegado al menú sin entender absolutamente nada en las comidas, terminó pidiendo algo sencillo como lo es el Machboos.

La comida llego y Lionel pidió una botella de champán, comieron y tomaron mientras hablaban de los partidos y sus vidas privadas, era claro que Lionel coqueteaba con Ochoa, jugaba con su cabello y cada que podía mencionaba lo atractivo que era, Guillermo solo respondía con "Gracias" o "igualmente".

Lionel solo tenia en mente invitarlo a salir y hablar con el, pero al parecer las copas se le pasaron al jugador mexicano, cuando regresaron al hotel Memo invito a Leo a pasar a su habitación los dos seguían platicando y riendo, Ochoa se quito el saco y lo avento hacia una de las esquinas de la cama, se coloco enfrente de Messi y seguía hablando.
Leo observaba con atención los labios del mayor los cuales se movían al son de las palabras que salían de él, esos labios tan carnosos y de un tono rosado, tenia un deseo en ese momento, besarlos.
Tomó de la corbata del contrario y poso sus dedos en los labios de Memo.

-¿Podemos dejar de hablar un momento?...-Menciono el menor acercando el cuerpo contrario cada vez más alta jalar de su corbata.
El rostro de Ochoa estaba muy cerca del de Lionel a tal punto que sus labios rosaban, Leo fue el que se lanzó a besarlo, no pudo resistir más tiempo tan solo observando, no quiso resistir más tiempo...

Ochoa lo besaba apasionadamente, un beso que duró unos cuántos minutos cuando por falta de aire se separo del menor, los dos jadeaban con cansancio, pero Messi quería más, si iba a ser solo una noche no quería quedarse con ganas de más y así fue como le pidió al mayor otro beso, este se lo dio, un beso de lengua mientras quitaba las prendas de Leo y tocaba su abdomen marcado.

Los besos comenzaron a bajar por el cuello de Leo dejando marcas en este, como era de esperar Leo soltaba ligeros gemidos pidiendo más de ese cariño que le estaba dando Guillermo.