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—¿Que es lo que te gusta de mi?— pregunto Guillermo quien estaba sentado sobre la cama viendo a Lionel frente suyo terminando de cambiarse.

—Es la tercera vez que lo preguntas en la semana.

—Esque me encanta escuchar como lo dices.— Lionel sonrió y se acercó al mexicano tomándole de las mejillas mientras alzaba su rostro viéndole a los ojos.

—Me gustan tus ojos negros y como se forman bolsitas debajo de ellos, me gusta la sonrisa que me regalas cuando estamos juntos, me gusta tu cabello rizado y, aunque te digo que me gusta tu cabello alaciado la verdad es que lo amo de cualquier forma, pero sobre todo amo el como me tratas.—estaban chocando sus frentes junto con las narices tocando la punta de la contraria.

—¿De dónde sacas ese discurso? Quisiera decirte algo igual de lindo pero nisiquiera lo he preparado.

—Quizas puedas decírmelo cuando me pidas ser tu novio.— sonrió y le dió un beso suave en los labios mientras que el mayor pasaba sus manos por las caderas del contrario.

«No pude haberme enamorado de mejor persona que él...»

ೖ୭

Guillermo se levantó de golpe sentándose sobre la cama tratando de comprender bien lo que había soñado, no sabía con quien había soñado pero estaba seguro de que no era con su esposo. Saúl entro a la habitación con una mirada que incomodaba al mayor pero este traía una bandeja con comida que le dejo sobre sus piernas y le dió un beso en los labios lo cual hizo sentir más cómodo a Guillermo. Pero aún así no se sentía bien cuando su pareja salió de la habitación, ¿Con quién es que había soñado? ¿Y porque había soñado eso? El recordaba todo antes de pedirle matrimonio a Saúl el cual acepto pero no recordaba a nadie parecido, excepto por el acento argentino que tenía la persona de su sueño. Pero no estaba seguro de que fuera él, o más bien, no quería que fuera él.

Durante el día Saúl invito nuevamente a Hirving y Leo a petición del lateral mexicano quien ya había hablado con el unas horas antes sobre el tema. Guillermo se sentía incómodo con la reunión, desde lo que sucedió dentro de la casa con el argentino y el que su voz y rostro se parecieran tanto al del su sueño, pero aún tenía curiosidad del porque no podía recordarlo.

—Leo ¿tu y yo tenemos fotos juntos?—pregunto Guillermo curioso.

—Eh, creo que si.— Leo saco su teléfono de la bolsa del pantalón y lo desbloqueo abriendo la aplicacion de imágenes cuando sintió como Guillermo se puso detrás de él lo cual le puso nervioso.

Recordaba que tenían algunas fotos juntos pero habían algunas fotos donde se delataba que no eran amigos. Después de un rato de buscar tratando de evitar que viera algunas fotos, encontró unas dónde estaban juntos en el auto de Guillermo, de la vez que lo fue a ver a su partido en París.-Esta fue de un partido que tuve, nos encontramos fuera del estadio y de ahí salió esta foto.

—Ahi tienes el cabello corto...

—Ah, si, esque antes lo recortaba cada dos semanas, pero ya tiene un poco más del mes que no me lo corto.—sonrió y le dejo el celular a Guillermo rogando en su mente que no pasará a las demás imágenes que tenían juntos.

Guillermo le entrego el teléfono a Leo dándole las gracias y diciendo que quizás así podría recuperar un poco sus recuerdos y con eso se fue dentro de la casa con la excusa de que debía ir al baño. Acababa de comprender que el hombre de su sueño era Lionel, pero con ese dato solo había logrado conseguir sentirse peor, no podría decirle a Saúl, sería algo demasiado triste, escuchar como tú esposo tuvo un sueño dónde se besaba con su amigo y que esos sentimientos los tenía cuando estaba junto con él.
Quería saber el porque sentí eso con Lionel pero no con Saúl, porque de todos los recuerdos que había conseguido recuperar eran con sus amigos pero nunca con su pareja, quería saber porque sucedían esas cosas y el porqué se quedaba embobado con Leo cada que hablaba o sonreía, porque simplemente por más esfuerzos que hiciera no lograba responderse esas preguntas por más que las tuviera desde hace unos días por culpa de esa reunión, pero en realidad fue más culpa del sueño que fue lo que hizo que esas preguntas de intensificaran.

Un ruido se escuchó a la puerta de fuera del baño junto con una voz de acento argentino preguntando por él.

—Guille... ¿Podemos hablar un momento?

—…—se sentía confundido y lo que menos quería era tener que hablar con el argentino pero no sabía cómo decirle que no.—Salgo en un momento.

Leo se recargo sobre la pared a un lado de la puerta de dónde salió el mexicano mirándole.

—¿Paso algo?— pregunto Guillermo.

-Solo quería saber si estás bien, te fuiste muy ansioso.

A decir verdad, el mexicano nisiquiera había prestado atención a lo que decía el argentino, estaba hipnotizado observando los labios de este y el como se movían al compás de sus palabras. Le tomo del mentón sorprendiendo al argentino quien apenas comprendía la situación.

—¿Qué haces?— pregunto nervioso mientras sus mejillas ardían al sentir la yema del dedo contrario acariciando su labio inferior.

—Lo siento, tenías algo.— alejo su mano del menor confundido por su propia acción.— No me siento del todo bien, iré a descansar a mi habitación.

—Esta bien.

Guillermo dió media vuelta y se fue al cuarto y Leo solo se quedó ahí observando por un momento ¿Porque actuaba así de repente?
Bajo las escaleras del segundo piso encontrándose con los mexicanos quienes nisiquiera intercambiaban miradas, era un ambiente tenso pero esque nisiquiera les agradaba el estar con Saúl, solo lo toleraban por convivir con el guardameta.

—¿Dónde está Guillermo?— pregunto Hirving viendo como el argentino caminaba de regreso a la sala.

—Dijo que iría a descansar.

—Bueno, entonces nos podemos retirar.— se levantó del sillón tomando la mano de Leo para irse de la casa quien le siguió por detras.— No me vuelvas a dejar solo con ese tipo, ya sabes los que paso la vez pasada.

—Lo siento, solo quería ver a Guillermo. Aún sigo sin creer que haya hecho eso estando en su propia casa, más aún cuando eres el amigo de Guille, y todavía se molestó cuando le pidió el divorcio.—hablo disgustado y siguió al menor hasta su coche donde tomaron asiento para irse de aquella casa.

En el segundo piso, justo arriba de la puerta principal estaba la habitación de la pareja donde estaba Guillermo quien acababa de escuchar la conversación de estos dos pero no sabía a qué se referían.

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Hoy me levanté con ganas de publicar capitulo.

También quería compartir la teoría esquizofrénica que se inventó mi amiga del porque Memo y Messi son pareja. Y esque 13 y 10 son los números dorsales que usan y 13 + 10 hace 23, 2 + 3 son 5, y cinco invertido hacía la izquierda parece un dos, y una pareja está conformada por dos personas 😻🙏

𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora