𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Guillermo recién despertaba sintiendo el peso de Lionel encima, observaba detenidamente el rostro de este y pensó en que si no fuera porque Lionel tenia el cabello más oscuro, rostro delgado y una nariz un poco más ancha, podría jurar que era igual que Saúl, pero no lo era, Saúl no tenia comparación alguna, su rostro joven era lo más lindo que tenia, en cambio Leo, el solo era bueno en la cama.
Abrazo a Lionel y se acomodo para seguir durmiendo pero en ese momento Lio se despertó.

-¡Buenos días!-Dijo con una sonrisa en su rostro quitándose de encima del mayor tomando asiento en la orilla de la cama.

-Buenos días.-Se acomodo sentándose en la misma cama.

-¿Que hora es?-Froto sus manos contra sus ojos y volteo a ver a ochoa el cual tomó su celular de la cómoda alado de la cama.

-once con veinticinco.-Se levanto y comenzo a ponerse el boxer y el pantalón mientras Leo se levantaba tomando su bata de baño para acomodarsela y recoger su ropa tirada en el piso, una vez que puso su ropa sucia en su lugar volteo a ver a Guillermo que terminaba de ponerse el pantalón viendo su teléfono, se acerco por la espalda y lo abrazo hundiendo su rostro en la grande espalda.

-¿Sucede algo?

-Tengo como mil llamadas perdidas de mi esposo y otras cien de Hirving.-Puso sus ojos en blanco y se volteo a abrazar a Lionel dejando su rostro sobre su pecho mientras acariciaba los cabellos del menor.-Me tengo que ir.

-¿Tan rápido?-Se separo del abrazo volteando a ver a Memo.

-No quisiera, pero voy a hablar con Hirving antes de que amanezca en México para saber que le dijo a Saúl.-Tomo su celular viendo los cientos de mensajes que tenia de parte de Hirving y Saúl.

-Que mal que no te puedas quedar más tiempo.-Se alejo de Guillermo y camino hacia donde estaba la cama.-Te iba a invitar a una ducha conmigo.-Jalo de la tira que ataba el nudo de su bata de baño, quitandosela de encima para después aventarla hacia la cama, dejando solo su cuerpo desnudo al descubierto.

Guillermo observo detenidamente el cuerpo del menor un poco ansioso.-Que por otro lado...-Volteo a ver su celular confirmando la hora, 10:34-Todavía es muy temprano en México e Hirving puede esperar.-se desabrocho a pantalón quitandoselo mientras corría al baño para poder alcanzar a Lionel.

Lionel salió primero del baño, ya cambiado, Guillermo salió detrás de él con el pantalón puesto mientras abotonaba la camisa que Leo le había prestado.
Memo se acerco al tocador tomando el cepillo que se encontraba en este y comenzo a cepillar su cabello cuando sintió el peso de alguien por detrás que lo abrazaba asomando su rostro por un lado.

-Te ves bien con cabello lacio.-Jalo una silla y la puso cerca de donde estaban.

-Gracias, pero ¿para que es la silla?-Preguntó confuso viendo como el menor buscaba algo en los cajones del tocador.

-Siéntate.-Ordeno sacando de unos de los cajones una liga para el cabello.

-¿Disculpa?-seguía un poco confundido sin entender bien para que había saco una liga.

-O te sientas o me subo en ella pero no alcanzo tu cabeza.-a Guillermo le causó risa el comentario del menor, obedeció y se sentó en la silla sintiendo como el menor pasaba el cepillo y tomaba la liga amarrando su cabello.-¡Listo!-Dijo feliz Leo al ver el peinado, era una media cola, su cabello todavía estaba liso lo cual resultaba fácil de peinar.-¿Si te gustó?

-Me encanta.-se levanto de la silla y tomo a Leo por la cadera.-Solo tendré que acostumbrarme a traer el cabello amarrado.

-Con el tiempo te acostumbraras.-le dio un suave beso en los labios y se separaron por la interrupción de una llamada de parte del celular de Memo.

Memo tomó su celular y contesto la llamada haciendo seña a Lionel de que guardara silencio.

-¡Mi amor! ¿Cómo estás?-contesto con un tono dulce y amoroso, algo que de verdad le causaba celos a Lionel.

-Te estuve marcando anoche para felicitarte por haber empatado pero no contestaste, me preocupe.-dijo Saúl atraves del teléfono, cosa que no podía escuchar Leo ya que la llamada no estaba en altavoz.

-Si, lo siento, salí a festejar con mis compañeros.-Si, claro, festejar con sus compañeros, estaba festejando, pero en una cama ajena mientras le hacían sexo oral.

-Eso mismo pensé, por eso le hable a Hirving.-Leo vio como Memo se puso ansioso y preocupado.

-¿Si? Y... ¿Que te dijo?-Guillermo daba vueltas en la habitación nervioso sobre la respuesta que le darían, Leo se preocupó por la actitud del mayor pero seguro no era nada importante.

-Que no estabas con el.

-Bueno, también puede ser por la hora en que le marcaste, ya que me fui temprano a mi habitación para descansar.-¿Descansar? Si, descanso muy bien después de lo de anoche, eso es seguro, pero no en su habitación como había dicho.

-Si, pudo haber sido eso ya que le hable por ahí de las una de la mañana.

-Si, fue eso, yo regrese a mi habitación por ahí de las doce.-Se acerco a Leo y volvió a besarlo.-Si, ya no conteste porque estaba dormido.-Bajo su mano hasta los glúteos del menor paseando su mano entre ellos.-Muy dormido...-Ambos reían en voz baja tratando de que no se escuchara al otro lado de la llamada.-Amor, te tengo que dejar, tengo cosas que hacer.

Leo se alejo del mayor y busco unas cosas en lo que Memo colgaba la llamada, una vez que colgó, salieron de la habitación con cautela de no ser vistos por personas y bajaron hacia los comedores para poder desayunar.