𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Su padre llegó y vio a su hijo sentado en las escaleras frente a la puerta, le pareció curioso verlo con una playera demasiado grande para su talla, pero importaba más que le diera la llave.

—Ya llegué hijo mío.—hablo su papá bajando del coche con una bolsa de tamaño media.—Tiene un tiempo que no abríamos esta casa así que no supe dónde dejé esa llave, por eso traje todas las que encontré.—abrio la bolsa dejando ver varias llaves dentro de esta.

—¿Porqué tantas llaves? No sabía que les gustaba coleccionarlas.—se levantó tomando la bolsa y buscando en ella una llave que tuviera una forma similar al del cerrojo.

—No lo sé, las guarda tu mamá y cuando le pregunté si había visto la de tu casa solo me ignoro.

—Igual de inmadura que siempre ¿Acaso todavía no logra entender que ignorando a la gente no va a conseguir nada?

—Tu madre no a cambiado nada desde que te fuiste.

—Ya me lo imaginaba.—saco de la bolsa una llave que le resultó familiar y tenia la misma forma de la cerradura.—Ya está, es esta.—movio la llave abriendo la puerta para meter sus cosas mientras su padre le ayudaba con estas.

—¿Para qué compraste tantas cosas?—dejo las bolsas con las cosas en la cocina mientras Leo entraba para acomodar estás en su lugar.

—Para cocinar.

—¿Y vos desde cuándo cocinas?

—Empeze hace poco más del mes, un amigo me enseñó.

—Mgh ¿Y esa playera es de ese “amigo”?

—¿Porqué me hablas con ese tono?—volteo a ver a su padre después de terminar de guardar las cosas y se sentó en la silla de la mesa frente a el.

—¿Pensas que nací ayer? ¿Me vas a contar o tengo que hacerte hablar?—leo soltó un suspiro ante el comentario de su padre.

—De una u otra forma tendré que decírtelo ¿No es cierto?—la figura de enfrente de mantuvo calmado afirmando con la cabeza.—Es algo largo.

—Esta bien, lo más seguro es que tú madre ya me haya cerrado la puerta y no me deje entrar hasta mañana.

Leo rió un poco y se quitó la camisa para comenzar a contarle todo a su padre iniciando por la primera vez que conoció a Guillermo hasta el dia de hoy.

—Haber si entendí, a los meses de haber terminado con Cristiano fuiste con tus amigos a tomar y en eso te chapaste a un hombre casado con el cual te obsesionaste y terminaste acosándolo durante cuatro años solo para que cuando lo volviera a ver invitarlo a una cena “tranquila” y te acostaste con el... ¿Pero qué fue lo que te paso por la mente?

—Yo no lo diría de esa forma, primero, no me bese con el nadamás porqué si, el me lo ofreció, segunda, no me obsesione, me enamore y tercera, no lo acose, solo quise saber más sobre el por redes sociales, es algo normal. Y si, fue mi culpa lo que pasó en Qatar, yo fui quien lo beso y provocó para terminar juntos.

—Haya sido como haya sido, era un hombre casado y tú te metiste en esa relación y quizás por eso ahora el otro este triste pensando en lo horrible que le hizo su esposo.

—Esque hay algo más que no te dije, Saúl tenía un amante, antes de que yo llegase a la vida de Guillermo, y puede que él me haya usado esa vez que nos besamos...

—Encima de que te usa, lo perdonas y le pides tener una relación formal.

—Esque aún no has entendido, el me ama, yo sé que me ama pero no quiere aceptarlo por lo que terminó pasando.

—¡No, Andrés! No es lo mismo tener sexo que hacer el amor.—Solto un suspiro y se levantó de su silla acercándose hasta Leo donde lo tomo de las mejillas haciendo que este lo viera a los ojos.—Hijo... Yo te quiero mucho y es por eso que te pidió, que habrás los ojos, ese tipo solo te uso para hacer crecer su ego después de ver qué su marido lo engañaba y tú caiste redondito en su engaño.

«Es mentira, vos no lo conoces como yo»

—Esta bien, te haré caso.—termino por decir después de un rato callado.

—Gracias campeón.—le dió un beso en la frente y lo soltó.—Queria hablarte sobre Cristiano.

—¿El que tiene que ver en todo esto?

—Hace unas semanas fue a vernos a la casa, nos dijo que llevabas un tiempo sin estar en un partido y pensó que estabas con nosotros.

—Si, sobre eso, fue porque estaba con Guillermo...

—No es eso. Nos dijo que te había ido a buscar porque quería arreglar todo con vos, siento que no te vendría mal volver a hablar con el.—a Leo ese comentario le incómodo, no le interesaba saber algo sobre su ex pareja o escucharlo pidiendo perdón porque fue lo mismo que pasó años atrás donde el se quedó llorando tratando de detenerlo para que no se fuera.

—A vos.. ¿Te gustaría que regresara con él?

—Pues claro, era alto, apuesto, amable y es igual de famoso, el tipo ideal para vos.

—Esta bien, entonces hablaré con el, por el momento iré a bañarme.—le dió una sonrisa forzada y se fue con su mochila hasta el segundo piso para poder bañarse

Se sentía peor que cuando estaba en París, ahora sentía una carga más, antes solo era lo de Guillermo y ahora era un tema de su ex pareja ¿Porque querría arreglar las cosas? Si no le interesó quedarse aunque él le rogó llorando frente a mucha gente que no se fuera y su única frase fue “Levantate de una vez y deja de avergonzarme ante tanta gente” y aún así su padre creía que era una buena persona para el, no lo creía pero no tenía más opciones, era su padre quien se lo acababa de pedir.