Guillermo Ochoa y Saúl "Canelo" Álvarez, la pareja perfecta, hombres guapos, famosos y adinerados ¿Que podría estar mal en su relación?
Quizás el que Saúl no ama a Guillermo, o que Guillermo tiene a un amante.
Muchas cosas están mal en su relación...
-Saúl, te tengo que ser sincero...-dejo de un lado la comida volteando a ver a su marido quien lo veia confundido.-La reunión de hoy, fue una despedida en realidad, fue por eso que no quise que fueras.
-¿A que te refieres con despedida? ¿De quien?-Saúl seguía un tanto confundido por lo que decía su marido.
-La mía, ya no voy a jugar para el américa.
-¿Te estas jubilando tan temprano?-este comentario le causó risa al mayor.
-No dije eso, tengo una propuesta de trabajo, en Italia.-Guillermo le guiño el ojo a su esposo, sabía que el tenia un tiempo desde que el le había dicho que quería visitar Italia.
-¡¿Encerio?! ¡Me alegro tanto por ti!-Se acerco hasta Memo para darle un beso.
-El 21 iré a firmar contrato, iré con una maleta pequeña, quiero que te quedes aquí para arreglar las demás cosas y poder irnos a vivir allá.
-Claro que si, mi amor.-dijo mientras volvía a tomar asiento
-Quizás y podamos celebrar nuestra boda de cobre.-Hasta ese momento volvió a retomar el consumo de la cena.
-Guillermo...-Saúl lo miro mientras alzaba una ceja.
-¿Mmh?
-Tan solo llevamos seis años casados, recién vamos para los siete.
-Eso no impide que hagamos una segunda boda.
-Solo celebremos el aniversario como todos los anteriores.-Puso sus ojos en blanco y continuó con su comida.
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La fecha de la supuesta firma de contrato había llegado, ese día Guillermo salió después de la comida de la casa con la excusa de tomar el avión, de alguna manera logró convencer a Saúl de que no lo llevará hasta el aeropuerto, salió de la casa en el BMW tomando camino hasta el restaurante donde había echo la reservacion, quería confirmar que todo estuviera en orden y que saliera bien, quería que esa noche fuera perfecta, fue a uno que otro lugar a comprar algunas cosas que necesitaría para mas alrato cuando estuviera con Lionel.
Se encontraba al otro extremo del parque cuando observo su reloj en la muñeca, eran las 4:56 y en ese momento arranco el carro tomando camino hasta el otro extremo del parque donde seguramente ya lo estaban esperando, estacionó el coche y volvió a mirar el reloj, 4:59, volteo a la derecha donde se encontraba la estación de metro bus, vio como un taxi se paraba de el salió un hombre con una gabardina, cubre bocas y lentes negros, una figura pequeña que se quedó un momento ahí parado hasta que decidió cruzar la calle hasta donde Guillermo estaba estacionado, este solto una ligera sonrisa involuntaria y quito el seguro del carro dejando entrar al hombre de incógnito.
-Vaya disfraz ¿Estas tratando de llamar la atención?-dijo sarcásticamente.
-¿De que hablas? Claramente estoy tratando de pasar desapercibido.-Leo sé quitó los accesorios de la cara que ya le incomodaban desde hacía un rato que había bajado del avión.
-Créeme que con esa gabardina ahora la gente pensara que subiste a mi coche a venderme drogas.-arranco el coche tomando direccion a la carretera.
-¿Y eso es peor a que se enteren de lo nuestro?-No respondió nada después de esa pregunta.-Eso me imagine.-Leo miró por el retrovisor la parte trasera del coche donde se encontraba una maleta de tamaño mediana y eso le creo curiosidad.-¿Y esa maleta? Es demasiado grande para una sola noche ¿o es qué te corrieron de tu casa?-Preguntó de manera burlona.
-Que gracioso, mañana en la mañana tomo un avión a Italia, aunque alguien en especial cree que estoy viajando ahorita mismo.-Le guiño un ojo.
-Decime que soy chismoso pero ¿A que vas a Italia?
-A firmar el contrato del que te hablé.-en ese momento Lionel recordó aquella conversación que habían tenido sobre su nuevo equipo.
-Ah claro, entonces terminaras viviendo haya.
-Si, pero regresaré de vez en cuando por las peleas de Saúl, quizás podamos vernos esas veces o puedo viajar a verte.
-Eso seria mucho mejor, porque no te llevaría a un hotel, si no a mi casa.
-¿Quien dijo que te iba a llevar a un hotel? Iremos a mi casa en valle de bravo, hoy yo hare la cena, probaras mis habilidades culinarias.
-Parece que nunca dejaras de sorprenderme, primero, el mejor portero que eh conocido, segundo, muy bueno en la cama y ahora bueno en la cocina ¿Hay algo que hagas mal, señor perfecto?
-Y eso es solo de las primeras cosas, no te he contado lo demás, pero para no hacerte sentir mal, soy malo para mover el balón por la cancha.
-Bueno, yo podría enseñarte, aprenderias del mejor.
Guillermo rió ante el comentario y volteo a verlo, Lionel tenía sus piernas cruzadas y recién se había percatado de que no se había quitado los lentes negros lo cual lo hacía ver de manera elegante y al mismo tiempo sexy.
[...]
Recién tenía unos minutos desde que Guillermo había salido de la casa, Saúl miro por la ventana verificando que se había ido cuando tomo su celular que estaba en la mesa y marco a un número.
-¿Podemos vernos? Se acaba de ir y extraño tener tu piel cerca de mí...
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