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Ambos se encontraban en el restaurante del día anterior, era de costumbre estar ahí, era de los lugares más lindos y sencillos que conocían, pero sobre todo que la comida era buena. Estuvieron un tiempo hablando después de comer, llegaron a un acuerdo; le dirían al padre de Leo sobre la supuesta relación la semana siguiente y durante esa semana harían pequeñas salidas a restaurantes, parques, cualquier lugar público. Si la prensa preguntaba algunas cosas como “¿Cómo fue que decidieron regresar?” su respuesta sería “Nunca dejamos de amarnos, solo estaba en pausa nuestro romance” y algunas respuestas de pareja cursi.
Leo le encantaba escuchar como Cristiano contestaba las posibles preguntas de los periodistas, se reía cada que decía algo demasiado empalagoso, era bueno para responder cada pregunta que le hacia. Determinaron algunos días dónde uno se quedaría en la casa del otro, pero solo sería por unos días para que el mayor pudiera viajar y jugar su partido, después regresaría para hablar con los padres de Leo. Su plan estaba hecho, y era perfecto.

Era el primer día teniendo una relación falsa, tenían planeado salir a unos lados, entre ellos, un parque local muy conocido, era grande, con bastantes flores y árboles, su plan solo era una caminata por ahí, pero el paisaje de las montañas con vi...

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Era el primer día teniendo una relación falsa, tenían planeado salir a unos lados, entre ellos, un parque local muy conocido, era grande, con bastantes flores y árboles, su plan solo era una caminata por ahí, pero el paisaje de las montañas con vista al lago era una escena perfecta. Se sentaron en el pasto recargados sobre el tronco del árbol dejando frente a ellos una escena de un lago tranquilo con canoas y algunas personas estando en estás.

—¿Deberíamos ir?
Pregunto Cristiano viendo a las parejas subiendo a un paseo por el lago.

—No me gusta mucho la idea de andar en un barquito.

Cristiano rió ante ese comentario, se le había olvidado que Leo detestaba la idea de mojarse de una manera que no fuera por un baño, siempre fue algo que le llamo la atención, a él argentino le encantaba tomar varias duchas largas a diario, pero no toleraba sentirse mojado, nisiquiera por la lluvia. Se quedaron durante un largo rato sin hablar, solo mirando a la nada, a decir verdad; era un silencio bastante cómodo. Incluso para Leo que era el que menos quería estar ahí. Cristiano se levantó y le dió la mano a Lionel ayudando a levantarse para poder irse, ese día se quedarían juntos en el departamento del portugués, después de todo Leo ya tenía su carro para regresar a su casa al día siguiente.

Una vez que llegaron al departamento asignaron en dónde dormiría cada uno. Cristiano insistió en que el menor durmiera en su habitación y el se quedaría en el sofá pero Leo lo rechazó, aunque después de que Cristiano insistiera varias veces termino aceptando dormir en la cama.
Leo preparo algo en la cocina del mayor y terminaron cenando mientras hablaban sobre algunas cosas como su trabajo y revivían juntos los recuerdos del pasado, aunque Leo de vez en cuando metía a la plática cosas relacionadas con el mexicano, cosa que incomodaba al mayor.

Después de un rato ambos se fueron a bañar para poder dormir.
Pero al menor le parecía incómodo estar en una cama que no era suya, aún más cuando era de su ex pareja pero, quizás no era eso lo que no le dejaba dormir, solo estaba tratando de evitar los pensamientos sobre Guillermo, se estaba haciendo el fuerte pero lo extrañaba demasiado. Se levantó de la cama y salió de la habitación para ir a la cocina por un vaso de agua cuando una voz le hizo dar un salto por el susto.

—¿Tampoco puedes dormir?
Hablo el mayor que estaba acostado en el sillón mirando al techo.

—Solo me dió sed.

—Tengo algunas cervezas en el otro refrigerador.

Leo se dirigió a dónde le dijo el mayor, era un refrigerador más pequeño dónde tenía un six de cervezas de latas, saco dos y le fue a entregar una a Cristiano mientras se sentaba en el sillón individual frente a él. Este se levantó con la cerveza en mano y la destapo para comenzar a beberla al igual que el menor.

—¿Quieres hablar?

—Nah, solo no quiero estar solo con mis pensamientos.

—Que profundo. Creo que podemos ver algo para evitar eso ¿En qué pensabas?

—En lo horrible que a sido el amor en mi vida, mi primer novio fue muy bueno y llegamos a comprometernos, de verdad creí que era el amor de mi vida, digo, fuimos pareja durante casi ocho años ¡OCHO! y unos meses antes de la boda me dijo "lo siento, me gusta alguien más, quería que lo supieras antes de empezar con los preparativos de la boda".
Cristiano se quedó mirándolo incomodo, ese primer novio había sido el, y se arrepentía de haber sido así con el menor.

—Lamento haber sido así contigo, no era mi intención.

—No hay problema, ya no hay rencores. Tarde dos años en superarte y cuando porfin conozco a alguien resulta que es casado y su marido es un maldito psicopata que trato de matarlo.
Suspiro y tomó la cerveza empinadola sobre su boca dejando caer el líquido sobre su garganta.

—¿Algo más que quieras decir?

—No.
Se levantó y tiro la lata de cerveza en el bote de basura de la cocina.
—¿Quieres dormir en tu cama? La verdad no tengo ganas de estar solo por hoy.

—¿Y como le haces cuando estás solo en tu casa?
Se levantó y tiro la lata en el mismo bote de basura.

—Me desvelo haciendo ejercicio o mirando sus redes sociales.

—Dios, amigo, busca terapia, eso se le llama acoso. Y ahora entiendo porque tienes más músculos que antes.
Se acercó abrazándolo por detrás mientras tocaba su cuerpo tonificado.

—Ah, ah, no toques ya están reservados, y tengo cita con mi terapeuta la siguiente semana.

Se acostaron en la cama king size riéndose, Leo se sentía más tranquilo, nunca había probado una cerveza antes de dormir o cuando tenía problemas, le parecía algo idiota, por esas personas que resolvían sus problemas con el alcohol, pero se dió cuenta que una le ayudaba a relajarse sin la necesidad de embriagarse.

Se acostaron en la cama king size riéndose, Leo se sentía más tranquilo, nunca había probado una cerveza antes de dormir o cuando tenía problemas, le parecía algo idiota, por esas personas que resolvían sus problemas con el alcohol, pero se dió cu...

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𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora