𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Esa noche el mexicano no durmió pensando en lo que había escuchado, no lograba comprender el porque esas palabras, quería preguntarle a su pareja pero este seguía sintiendo escalofríos cada que lo miraba, era como si algo en sí mismo le dijera que algo no estaba bien y simplemente no lograba comprender el porqué. Dormía a un lado de la persona que "amaba" y que al mismo tiempo le provocaba incomodidad.

A la mañana siguiente cuando despertó, su pareja no estaba a su lado, no era algo nuevo, casi siempre este se levantaba más temprano que el mayor para poder preparar el desayuno o poder hacer ejercicio durante la mañana. Guillermo bajo al segundo piso aún con pijama buscando a su pareja en la cocina donde estaba recargado sobre la barra dentro de esta.

-Mierda...-Saúl chisto molesto mientras quitaba su teléfono de la oreja y lo dejaba sobre la barra.

-¿Sucede algo malo?-pregunto Guillermo quien se estaba acercando a dónde estaba el Saúl quien se daba la vuelta para verlo de frente.

-No es nada importante.

-¿Estás seguro?-se acercó a él abrazándole por la espalda mientras le daba un beso en su mejilla y el menor asentía en voz baja.-¿Hay algo para desayunar?

-Pff, tienes dos manos con las cuál prepararte comida, solo cocina algo.-se alejo de el bruscamente tomando su teléfono para irse a la habitación del piso de arriba.

La acción tan repentina del menor desconcertó al mayor quien solo había hecho la pregunta para saber si el haría ese día la comida pero el otro solo se retiró molesto del lugar.
Después de un rato termino de hacer el desayuno que comió solo por no querer molestar a su pareja y eso le hacía sentir mal, era como si algo que él mismo dijo fue lo que le haya provocado esa molestia. Pero aún con eso no dejaba de pensar en lo que había escuchado por parte de sus amigos, necesitaba saber porque habían dicho eso o más bien a qué se referían con exactitud.
Se levantó del comedor para dejar su plato en el fregadero e irse a la habitación de arriba, había estado pensando en hablar con Lionel por ese mismo tema pero no quería que Saúl se enterará, solo por una sensación que dentro de él le dijera que mentirle seria lo correcto
Subió al piso de arriba para cambiarse de ropa y buscar a su pareja, iría a buscar a Leo pero aún así tenía que decirle a Saúl que saldría, pero aún no había pensado bien la excusa que le daría para salir de la casa. Encontró a su pareja en una de las habitaciones de visitas, sentado sobre el sofá de esta junto con su teléfono al parecer tratando de hacer una llamada mientras soltaba insultos al aire en voz baja.

-Amor, voy a salir.-hablo Guillermo asomando su cabeza en la pequeña abertura que hizo en la puerta mientras que Saúl solo alzó la mirada viéndolo con indiferencia.

-¿Y? No me interesa, ve a dónde tengas que ir.-bajo su mirada a su teléfono volviendo a ponerlo a un lado de su oreja.

Guillermo cerró la puerta y tomó la llave del carro que estaba en el llavero de la entrada principal, se subió al carro y antes de arrancar saco su teléfono para marcar a Lionel, no podía llegar como si nada a su departamento. El menor contesto la llamada después de un rato y Guillermo le dijo que iría a verlo por un momento para hablar de unas cosas.
Mientras manejaba rumbo al departamento de Lionel, iba pensando en como preguntarle, quizás podría ser directo, empezando a preguntar sobre el porque de su conversación con Hirving o podría ser un poco menos discreto, hablándole sobre lo que sentía hacía él, cosa que sentía menos apropiada pero igual era una idea.

[ • • • ]

Lionel abrió la puerta dejando entrar al mexicano, le ofreció algo de tomar y se sentó a un lado del mayor en el sillón. Los primeros minutos fueron algo tranquilos, solo hablaron sobre cómo iba el tratamiento del mexicano y sobre cómo iría retomando su trabajo en su equipo.