𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Guillermo bajo del cuarto listo para tomar sus cosas e irse a los entrenamientos, cuando de momento vio a su esposo, con una bermuda color cafe, playera blanca y con una pechera gris oscuro, y esto le llamo la atención.

-¿A dónde vas?-pregunto al mismo tiempo que tomaba su mochila.

-Iré contigo, quiero ver a mi bello esposo en sus entrenamientos.-le sonrió dulcemente, esto incómodo un poco a Guillermo puesto que Saúl nunca había ido a verlo a ningún partido y mucho menos a los entrenamientos.

-Pero tu nunca vas a verme, nisiquiera a los partidos.

-Bueno, pensé que eso te haría feliz.

-Solo me hace sentir incómodo...-camino hasta donde estaba el porta llaves tomando las llaves del coche.

-¡Por dios Guillermo! Estoy tratando de ser cariñoso contigo y tu te pones así.-Hablo enojado caminando por detrás de Guillermo.

-Lo siento ¿Si? Solo que ya estoy acostumbrado a tus respuestas de siempre, "estoy cansado" "prefiero ir al gimnasio" "es una perdida de tiempo" "tengo asuntos más importantes que atender" y puedo seguir con muchas más.-Se volteo a ver a su esposo reclamando todo lo que quería decir desde hacía un tiempo.

-La verdad es que si, preferiría ir a algún gimnasio o salir con algún amigo mientras no estás porque al parecer te la pasas todo el día fuera de esta casa.

-Pues no es mi culpa que sigas aquí, estás en Italia, hay demasiados gimnasios y eres muy sociable, no te será difícil hacer algúna amistad, tampoco me hagas ver cómo si te tuviera aquí encerrado atado a mi.

-¿Sabes que? ¡Haz lo que quieras!

-¡Bien!-salio por la puerta principal para poder tomar el carro e irse de aquella casa.

Saúl estaba furioso, rojo de coraje, pero no sabía que le molestaba más, el que Guillermo le contestará de aquella forma tan grosera o que se haya ido sin decirle nada más.

Porfin se había librado de su esposo, había estado tan pegado a el durante toda la semana, era demasiado frustrante e incómodo pero ¿Porqué? El siempre había querido su relación así, ellos dos juntos, abrazándose y besándose a cada rato, pero ahora que lo tenía no le gustaba, o más bien, no le gustaba que fuera por parte de Saúl, porque tenía ganas de besar, pero de besar los labios argentinos de hace unos días, los extrañaba, lo sabía porque sentía un vacío en su corazón cada que pensaba en ellos, quería volver a sentir aquellos labios junto a los suyos, y era su oportunidad, podría marcarle al argentino ya que no estaba su esposo y recién habían peleado por lo que podría ser fácil verse durante la semana.
Se estaciono en alguna calle al azar y tomó el celular para poder marcar a aquel número peculiar con la lada de argentina, y cuando contestaron, una voz entusiasmada diciendo su nombre se escuchó al otro lado de la línea, le gustaba escuchar la voz del argentino, y eso era algo que no podía ocultar, lo delataba su corazón dando latidos de mil por minuto y sus mejillas que ardían por el sonrojo.

-¡Lionel, cariño! ¿Cómo estás?-¿Habia escuchado bien? Le habia dicho cariño una vez más, como le gustaba escuchar la voz del méxicano llamandole por ese apodo.

-Bien, Muy bien.-dijo con una sonrisa en sus labios.-Ayer tuviste partido, y quize hablarte para decirte que estuviste increíble.

-¿Si? ¿Viste el partido?

-No me pierdo de ninguno desde hace tiempo.

-Así que he tenido un admirador secreto.-se escuchó una ligera risa.-¿Desde cuando?

-Quizas unos dos, casi tres años...-esa respuesta sorprendió a Guillermo.

-Eso es bastante tiempo, me sorprende que los sigas todos.

-Bueno, no es mucho, quien fuera Saúl para ir a verte en cada partido que vos tenés.

-Ah, si... supongo que tiene suerte, aunque tú también podrias venir a verme.

-Pff ¿y que la prensa se amontone preguntando que hago ahí? No, gracias.

-Bueno, era una opción.

Lionel le comentó sobre la noche anterior y su llamada con Saúl, hablaron un rato más y si no fuera por los itinerarios de estos, hubieran seguido hablando el resto del día sobre temas sin sentido con tal de escuchar la voz del contrario, para finalizar la conversación Guillermo pregunto por la fecha proxima del partido de Lionel, iba a planear un encuentro más, pero sin que lo supiera el menor, seria una sorpresa, quería verlo, pero sobre todo, quería resolver el conflicto sobre sus sentimientos, saber que era lo que realmente sentía hacía Lionel, simple atracción física o una atracción emocional...

Me voy a adelantar un día en los capítulos diarios.