𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Lionel Messi, el famoso jugador de la seleccion argentina observaba a Ocha desde la mesa, solo los separa unos metros de distancia, quería hablarle y decirle lo que sentía por él, pero también sabia que era imposible que aceptara sus sentimientos, Memo estaba casado y no era del tipo que se metia en rumores y chismes por ser infiel a su esposo, le era sumamente fiel, lo cual lo ponía en una situación difícil.

Durante toda la noche Leo pensó sobre lo que debería hacer al respecto con el tema de Memo, sabía que si le confesaba todo no tendría posibilidades, pero de verdad lo amaba.

-¿Que puedo perder?-se pregunto a si mismo e igual, se respondió a si mismo-Absolutamente nada, no somos nada y después de esto es difícil saber si volveremos a vernos.

Quizás lo único que pasaría si llegase a rechazarlo seria tener un problema con el esposo de Ochoa, pero no importaba, arriesgaría lo que fuera por el, después de todo "el que persevera alcanza".

Los equipos de las selecciones de encontraban entrenando, pronto sus partidos iniciarían, Argentina había iniciado los entrenamientos desde muy temprano, por lo cual lograron salir por ahí de las 8:00am, lo cual le dio oportunidad a Leo de poder ir a observar a cierto portero.
Lionel veía jugar al gran Guillermo Ochoa, le encantaba todo de él, desde su aspecto hasta su manera de detener los balones, lo veia fijamente, no le quitaba ni un solo momento la mirada, pero claro que Ochoa no era idiota, sentía las miradas de Lionel, desde el día anterior sentía esa miradaba sobre el, pero estaba acostumbrado lo cual no hacía que le llamara mucho la atención, después de tantos años jugando era normal tener el peso de miles de miradas encima de él, ya era una rutina diaria de la cual estaba muy acostumbrado.

Ese día los entrenamientos para la selección mexicana terminaron un poco tarde, Memo subió hasta su habitación para darse un baño y cambiarse de ropa, cuando entró logró ver una carta en el suelo, la tomó y se recostó en la cama mientras leía la tarjeta.

"Te espero a las 10:30pm en el restaurante ******
Espero poder verte ahí, Guapo.

Pd: te veías muy bien en los entrenamientos de hoy~"

Memo se emociono, pensó que era su esposo Saúl tratando de darle una sorpresa, pero que lastima que no había empacado nada elegante como para una cena con su amado esposo. Se dio una ducha y se cambió de ropa, una Bermuda color arena, una playera blanca y unos tenis, salió a una de las tiendas cerca, tenía tiempo suficiente para probar todo y buscar lo más apropiado para la cita con su "Esposo" quizás estaba tan emocionado que no se dio cuenta y perdió la noción del tiempo y cuando miró el reloj eran las 9:00pm, se apuro a pagar lo que faltaba y salio de la plaza regresando al hotel, ya en este se cambio y se puso el traje de sastre que compró, zapatos negros y termino con loción, Memo podía ser alguien sumamente guapo, pero ese día en particular parecía un dios griego, tomó el regalo que había comprado y un ramo de rosas rojas y tomó camino al restaurante, recordó que en la parte trasera de la tarjeta decía que pidiera la mesa 5 de la sotea, la cual había reservado especialmente para ellos, Algo tan romántico.

Cuando llegó pidió la mesa reservada y lo llevaron hasta esta, Messi quien veía al de cabellos chinos acercarse se emociono, seguía sin creer que porfin lo había invitado a salir, logró ver que llegaba con rosas rojas en la mano, este recordó en ese momento que nunca le dijo quien era y lo primero que pensó el jugador argentino fue que el portero pensó que quien mandaba la carta era su esposo el canelo, pero no importaba, iba a conquistarlo esa noche, lo que canelo logró en 1 año, el lo lograría en tan solo una noche.