𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Leo se pasó la semana pensando en lo que iba a hacer y creando el plan, no era algo difícil, pero tampoco era lo más sencillo teniendo en cuenta que Guillermo no quería involucrar a la policía en el tema, tendría que pedir ayuda a alguien, alguien de confianza que guardará el secreto tanto de la relación de Messi y Ochoa como la situación que estaba pasando, con eso distraían a Saúl y Leo podría subir por Guillermo, era riesgoso pero la idea más sencilla para no denunciar, después de que todo pasara convencería al mayor para que denunciará, pero por el momento tenía que pensar en alguien con quién hablar al respecto, no lograba encontrar a quien contarle la situación y eso solo le restaba más tiempo.

—No, no, no. ¡ahg!—recostó su cabeza en la mesa llena de hojas con los nombres de personas con quién podría hablar.—Esto es inútil ¿Cómo es que no conozco a algún amigo de Guille?—Empezaba a desesperarle la idea de no encontrar a nadie de confianza.

Se quedó recostado en la mesa tratando de pensar con más calma, conocía a algunos amigos de Guillermo, pero solo de vista, nunca se tomó la libertad de hablarles y comenzaba a arrepentirse de eso, aunque una llamada le interrumpió su momento de desesperación.

—¿Messi, eres tú?—se escucho una voz con acento mexicano.

—Si, soy yo. ¿Quien habla?—contesto interesado en la persona a través del teléfono.

—Soy Hirving, amigo de Memo, lamento hablar así tan repentinamente, le pedí tu número a Giovanni uno de tus compañeros de la selección, marque porque hace unos días hable con Saúl y me había dicho que Memo salió de viaje pero el no contesta mis llamadas y cuando volví a hablar con Saúl me volvió a decir lo mismo, comencé a preocuparme ya que los noticieros tampoco saben nada sobre el, llegué a pensar que quizas estaría contigo.—el tan solo escuchar el nombre de la persona quien había marcado le hizo emocionarse.

—¡Hirving! Que bueno que marcas, yo, ya no sabía a quién recurrir.

—¿Messi, de que hablas?

—Dime Leo, y la verdad es que Guille no se encuentra en estos momentos conmigo, hay un problema entre el y Saúl.

—Pues claro que hay un problema, ¿Cómo no tendrían problemas si Memo le es infiel?

—No, no es eso, es algo mucho más extenso ¿Crees que podamos vernos para hablarlo?—hablo ansioso a lo cual recibió un suspiro en la línea.

—Esta bien. ¿Cuando y donde nos vemos?

—En el Rendez Vous Cafe, si puede ser hoy mismo, mejor.

—Esta bien, nos vemos en tres horas ¿Te parece bien?

—Si, es perfecto.—colgó llamada y  con eso el podía sentirse mas tranquilo.

las horas pasaron y Leo cada vez se ponía mas ansioso, no le gustaba esperar tanto tiempo, pero trataba de tranquilizarse ya que solo eran unas cuantas horas, a diferencia de la semana entera que había pasado. Cuando faltaban unos cuantos minutos salio del hotel para dirigirse al lugar acordado, lugar que no le quedaba muy lejos, estuvo un rato esperando hasta que llego el mexicano, no tardo en reconocerlo y en que este se acercara a la mesa donde estaba leo para tomar asiento.

—Bien, ¿Que es lo que sucede?—hablo el más joven de los dos.

—Bueno... Es algo complicado, y por lo que mencionaste en la llamada ya sabes la relación que tengo con Guillermo.

—Si, me contó todo todo lo que pasó en Qatar, y aún cuando me hablas de frente no me caes muy bien.

—Esta bien, lo entiendo perfectamente, pero lo que te voy a pedir no es por mi, es por Guillermo, empezaré desde el inicio; llevábamos un tiempo de vernos de manera seguida, estábamos juntos unas horas y si todo iba bien era hasta un día entero, y eso era cada semana, pero un día Guillermo me dijo que pediría el divorcio, ya no quería mentirle a Saúl asi que haría lo correcto, pero pasaron algunos días y no me contestaba los mensajes ni llamadas, llegué a pensar que se había arrepentido de su decisión y lo respetaría, al final yo era el que estaba entre la relación de ellos, pero en el partido, Guillermo no se presentó, fue que comencé a preocuparme y decidí ir a verlo.—hasta ese punto Hirving escuchaba sin protestar pero de manera sería.—Tengo que admitir que no pensé muy bien antes de actuar, y terminé intercambiando palabras con Saúl, omitire lo que hable con el pero logré tener contacto con Guillermo.

—Espera.—interrumpio al mayor.—Como es que hablaste con Memo si no se presentó al partido, el nunca falta a un partido por voluntad propia, entonces no pudo estar en su casa.—hablo ya un poco interesado en la conversación.

—Eso es lo mismo que pensé... Es... Un poco complicado explicar todo, logré comunicarme con el por código morse, fue extraño, la única información que obtuve fue que; Saúl protesto por el divorcio y encerró a Guille en un cuarto, iba a ir por el ese mismo día pero me dijo que no lo hiciera y tampoco quería meter a la policía en todo esto, así que solo obedecí, pero cuando me di cuenta, no tenia contacto con otro jugador mexicano que no fuera guillermo.—jugaba con sus manos nervioso viendo como el contrario no decía nada.

—Eso es imposible ¿Quien me asegura que no mientes?—hablo con un tono intimidante al igual que su mirada.

—¿Y quién te asegura que te estoy mintiendo? O si no ¿Porque otra razón faltaría al partido?—eso hizo que el menor se quedará pensando un poco, analizando lo dicho por el.

—¿Qué tan bien conoces a Memo?

—Diria que bastante.

—Entonces sabes que si no haces algo que pide sé enoja, y cuando se enoja... Llega a no razonar muy bien, aunque casi nunca razona muy bien las cosas.

—Bueno, nunca se a enojado conmigo, y preferiría que siguiera así.

—¿Por eso me llamaste?

—Si, tengo un plan, sin necesidad de meter a la policía, después convenceremos a Guille de que lo mejor es denunciar.

—Bien, te escucho.

Reviso los capítulos como 20 veces tratando de buscar alguna equivocacion en los diálogos de Messi (por eso del acento argentino) y aunque no encuentro nada malo me sigue dando inseguridad de que este mal escrito los diálogos. 😿