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No sabían muy bien que hacer ambos chicos, el médico ya le había marcado a Saúl para darle la noticia sobre lo que le pasó a Guillermo y este estaba en camino para el hospital, habían tratado de hablar con el médico sobre lo que había sucedido pero este no les creyó ya que no había alguna prueba en su contra, solo el testimonio de la víctima y está no recordaba nada sobre ello.
Ambos trataron de pensar en que hacer, después de todo no solo era Guillermo el que corría el riesgo en todo esto, ellos también habían estado involucrados en ese tema. Las horas pasaban y aún no sabían que hacer, no podían hacer que Guillermo recuperará la memoria en unas horas, según lo dicho por el médico ese proceso llevaba tiempo, desde días hasta meses y eso les preocupaba aún más ¿Qué podría llegar a hacer Saúl en el tiempo en que el mayor recuperaba sus recuerdos?

-¿Recuerdas ese comentario que hizo Guillermo? Que nos hizo pensar que Saúl había sido infiel antes, si fue real, podríamos buscar a la persona con quién estuvo Saúl y quizás nos ayude.

-Bueno, el me dijo que lo había visto con alguien más, pero no me dijo con quién fue y aún así dudo mucho que esa persona quiera declarar en contra de su amante.

Leo ya no sabía que hacer, era su última idea y no la podían tener nisiquiera como opción, el tiempo se les agotaba de a poco, no faltaba mucho para que Saúl llegará al hospital. Cristiano se acababa de ir después de que Lionel lo haya convencido de que regresara a Arabia y los futbolistas seguían pensando en algo que hacer, no querían resignarse a dejar que Guillermo se viera con Saúl. Pero el tiempo se había agotado y Saúl ya había llegado al hospital, miro a los chicos que estaban en los sillones de la sala de espera, su mirada era tan siniestra y penetrante que lograba incomodar a ambos sin decirles ni una sola palabra, Saúl les dió la espalda yéndose para poder hablar con el médico de Guillermo. Ya no podían hacer nada, él estaba ahí y ahora no sabía que podían hacer para detenerlo.

Saúl por su parte hablo con el médico quien le indico la situación, lo que había sucedido con la herida de bala y su golpe en la cabeza, el mexicano se mostró preocupado ante la situación que le contaba él médico y de verdad llegaba a parecer como si le importará.

-Me parece algo horrible lo que le pasó, trate de convencerle de que nos fuéramos juntos a México, tenía mi pelea y pensé que era lo mejor para ambos, pero el insisto en quedarse para estar presente en sus partidos, nunca imaginé que le fuera a pasar algo así.-Saúl tenía unas lágrimas en sus ojos que se secaba con un pañuelo que le había dado el médico.

-A veces suceden cosas que no esperamos. Pero su esposo se ve que lo ama, no deja de preguntar por usted desde que despertó.

-¿Puedo pasar a verlo?

-Claro que si.

El médico le indico la habitación de Guillermo y lo llevo hasta donde estaba este dejando solos a ambos, Guillermo apenas vio a su esposo se iluminaron sus ojos al verlo aunque esté lo miraba sin ningún sentimiento de preocupación, tal como si no le interesará lo que veía por enfrente.

-¡Saúl, me alegra que hayas llegado! ¿Todo bien en el viaje?-Este seguía teniendo su mirada sería mientras se acercaba a un lado de la camilla de Guillermo donde tomó de su mano y con la otra pasaba unos mechones de cabello por detrás de la oreja de este.

-Todo perfecto en el viaje. Tú ¿Cómo estás? ¿Qué es lo que recuerdas?-la pregunta confundió a Guillermo pero era algo normal ¿No? Solo estaba preocupado por él.

-No mucho, al parecer perdí la memoria de varios años pero aún recuerdo a Hirving, y el como hacía planes para pedirte matrimonio.

-¿No recuerdas nada sobre nuestra boda?

-¿Boda? Entonces ese anillo que llevas en tu dedo...

-Si, nosotros estamos casados, desde hace cinco años.-se sentó en la orilla de la camilla mientras Guillermo tomaba de su mano observando el anillo de bodas junto con el de matrimonio.

𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora