𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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El sonido del teléfono lo despertó de su siesta, la primera vez lo ignoro, no quería despertarse, pero volvió a sonar una y otra vez y por eso se levantó, para contestar la llamada. Tomo el celular viendo de quién era la llamada, “Cristiano”. Puso los ojos en blanco y contesto la llamada solo para acabar con todo el tema de una vez por todas.
Cristiano pidió perdón nuevamente por lo sucedido en el restaurante, decía que no quería tener problemas, y Leo solo le escuchaba cansado y con muy poco interés, hasta que el mayor saco a relucir el tema de su padre.

—Sabes, a tu padre y a la prensa le agradaría que volviéramos a ser una pareja.

—¿Y eso que? No regresaré contigo solo porque me lo piden miles de personas que no conozco.

—¿Que hay de tu padre?—eso le dejo pensando, él tenía razón, era lo que más quería su padre y solo el podía conseguirlo.—Solo piénsalo Leo, sería ganar ganar.
Y colgó la llamada.

No iba siquiera a pensarlo, se volvió a acostar para seguir durmiendo y nuevamente volvió a sonar su teléfono, esta vez era una llamada de su padre.
Contesto solo para que después de eso nadie le molestará en su sueño. Apenas contesto su padre comenzó a hablar sobre Cristiano y preguntar si porfin habían solucionado todo, Leo solo suspiro y contesto que lo estaba pensando, aunque fuera mentira, ante eso sí padre solo le contesto que no lo pensara mucho, que era lo mejor y que el estaría perfectamente de acuerdo ante eso y muy feliz. Termino la llamada y se acostó nuevamente, no quería pensarlo, estaba decidido a no regresar con Cristiano, pero la propuesta de este se le pasó por la mente, una relación falsa que beneficiaria a ambos.

«¿De verdad estoy pensando en eso? Nisiquiera debería ser una opción en estos momentos.»

Pero era la única, y su mente en vez de descansar para volver a dormir comenzó a pensar en cuanto le convendría esa mentira, no solo con su padre, de ahí podria sacar otra mentira para contestar las respuestas de sus meses de desaparición, no le daría problemas a Guillermo acerca de todo el tema y no sería algo mal visto ya que al parecer la ruptura de Georgina y Cristiano llevaba unos meses. Y después de pensarlo bien por un momento tenía una decisión tomada, quizas no la mejor, tomo el teléfono y busco en los mensajes el número del futbolista portugués para poder mandar un mensaje.

"Esta bien, vamos a tener una relación
falsa, pero solo eso, FALSA."

"Lo que tú digas cariño."

"No me llames así"

Apagó el celular dejandolo en silencio para que nadie más le molestará y poder seguir durmiendo.

Al día siguiente Leo bajo rápidamente las escaleras corriendo a la cocina por una manzana y salió de la casa con su celular en la mano pidiendo un Uber cuando vio el carro de su ahora novio falso estacionado fuera de su puerta. Se acercó corriendo tocando el vidrio del copiloto, la ventanilla comenzó a bajar poco a poco dejando ver el rostro del mayor, este se ofreció a llevarlo y Leo se negó más de una vez, iba tarde al entrenamiento, pero prefería esperar una hora el Uber a tener que irse con el portugués. Al final Cristiano logro convencer a Leo con un “¿Cómo quieres fingir tener una relación si no dejas que tu novio falso te lleve al campo?”.

Llevaban un rato en el carro, el argentino comenzaba a arrepentirse de dos cosas, una, haber aceptado irse con el chico; y dos, haber comprado una casa lejos de la población; gracias a ello ahora tenía que soportar una hora de viaje junto a Cristiano.

—¿Porqué lo aceptaste?
Hablo cristiano sin voltear a ver al menor quien solo iba viendo el paisaje.

—Por mi padre.
No volteo la mirada en ningún momento y era algo incómodo para ambos.

—¿Solo por él?

—No, también por él, si hago esto, puedo decir que mi desaparición fue por algo relacionado con vos, y así; ante los reporteros, él y yo no tendremos relacion alguna.

Se quedó en silencio Cristiano, le sorprendía escuchar como cuidaba a su romance de un escándalo, poniéndole por encima de él mismo. Llegaron hasta el campo donde dejó a Leo, planearon verse después para hablar bien y planear la mentira, para que todo saliera perfecto.

—Hey, ven sin carro a la salida, ayer deje mi auto en el estacionamiento, después te llevo a tu departamento.

Se terminó de despedir y se fue a los entrenamientos, mientras que cristiano lo miraba.

«Sigue igual de lindo como cuando me fui»

Arrancó el automóvil y se fue. Leo quien ya estaba dentro cambiándose para salir al campo a entrenar seguía preguntandose si estaba bien la decisión que había tomado, quería desistir y abandonar toda esa farsa antes de que iniciara, pero tan solo de recordar a Guillermo diciendo que no quería denunciar solo para no llamar la atención dela prensa, menos lo querría para hablar sobre un romance que tuvo con el argentino, lo estaba haciendo por él, para no meterlo en más problemas de los que ya tenía.