𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Ya estaban todos en el tribunal preparados para dar inicio a la otra parte del juicio. Según los abogados, el juicio podía alargarse hasta más de una semana, pero definitivamente las pruebas que daba el equipo de Guillermo estaba ayudando a cerrar cada acusación que hacían.

El juez entro para dar inicio la segunda sesión.

—Me tomé la molestia de leer los documentos que me dió el licenciado Oliver, incluso lo comprobé e investigué por mi cuenta, y en efecto, no hay registro acerca de que el señor Ochoa haya salido de la ciudad.— dijo dejando los registros en su escritorio.— Ya se confirmó que el señor Álvarez les disparó al señor Ochoa, Lozano y Messi, no solo por los testigos, si no por las cámaras de seguridad. ¿Hay alguna otra acusación o podemos dar la decisión final?

Guillermo al escuchar aquello suspiro alegre recostándose sobre su asiento, incluso si abogado estaba alegre, todo daría por terminado y su divorcio sería rápido.

—Perdón, pero yo quiero declarar.— hablo Neymar al fondo de la sala.

—Esta bien, puede pasar.— el juez permitió el acceso al brasileño quien se acercó de a poco al lado del juez.

Antes de llegar a dónde se sentaría para declarar, desvió su camino para ir a dónde estaba Saúl. Recostado en el asiento con las manos metidas sobre la bolsa del pantalón y la cabeza baja.

—Hey... porfin te irás a un lugar de mierda, dónde pertenece la gente como tú.— hablaba en voz baja tratando de que nadie más presente les escuchará. Volteo a ver a Guillermo quien estaba en su lugar observando la mesa en la que se encontraba.— Querías tener a ambos, pues ahora no tendrás a ninguno.

Saúl alzó el rostro hasta que dejó de sentir la respiración del contrario cerca. Se había ido a sentar a dónde iba a declarar.

—Juro decir la verdad, solo la verdad y nada más que la verdad, pues estoy conciente que mentir ante el jurado es un delito y puede ser castigado con carcel.— hizo el juramento mostrando respeto ante el juez.

—Puede comenzar.

—Primero, me gustaría aclarar la relación entre Saúl y yo, nostros tuvimos una relación abierta, aún estando él casado con Guillermo. Durante seis años tuvimos una relación a escondidas, y todo este tiempo me ayudó a conocer a quien de verdad es este tipo. Muchas veces, hablo con desprecio de su marido, diciendo que no lo toleraba, le era insoportable e incluso me llegó a confesar que solo se casó por interés, el dinero era lo único que le importaba al momento de que firmó el acta de matrimonio.

—¿Matrimonio por conveniencia?— preguntó el juez mientras lo anotaba en una libreta que tenía sobre su escritorio y Neymar asentía con la cabeza.— ¿Tiene pruebas que afirman su declaración?

—Aparte de las pruebas de que trato de deshacerse de él para quedarse con la herencia, tengo audios y videos donde se le escucha claramente decir la forma en que planeo todo.— le entregó al juez unos documentos junto con una memoria usb.— Son los documentos que comprueba mi declaración.

—Quiero que se la hagan pruebas y que manden en escrito lo que dice cada audio.— entrego las cosas al oficial de policía.— Señor Álvarez, le recuerdo que aún puede confesar con honestidad.

—Ya le dije que yo no soy culpable.

—Su confesión hubiera echo más rápido todo, pero si es así, tardará un poco en traerme las pruebas ya examinadas.

Estuvieron un rato en silencio esperando a que regresarán con las pruebas. Todos en silencio, entro el oficial para dar los documentos mientras le susurraba al oido y después se fue.