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Al día siguiente ambos futbolistas se levantaron desde temprano, Leo fue a sus entrenamientos dejando a Cristiano a cargo de comprar las cosas para la cena. Le dejo una lista de las cosas que tenía que comprar, después Leo llegaría a preparar la comida para tener todo listo a la hora que llegase su padre.

—¿Te vas temprano o tienes un poco de tiempo?—pregunto lewandowski antes de que Leo se fuera a los vestidores a cambiarse para irse.

—Tengo un poco de prisa, hoy veo a mi padre para “formalizar mi relación”.—hablo haciendo gestos de comillas con sus dedos.—¿Porqué? ¿Pasa algo?

—Pasa mucho. ¿De verdad vas a hacer todo esto? ¿Quieres que la prensa, la gente, todos te vean así con él?—hablo en un tono de voz fuerte tratando de hacer entrar en razón al argentino.

—No, no quiero, pero no lo hago por mi, lo hago por mi padre. Quizás hago mal por no enfocarme en mi propia felicidad, pero eso ya no importa. Necesito llegar a la casa para preparar la cena y todavía arreglarme, así que tengo el día ocupado, si necesitas algo me puedes marcar, pero solo que sea urgente.—tocó el hombro del polaco y paso por enfrente de el para irse a los vestidores.

—Leo... No lo hagas, si no es por ti, hazlo por él.

—Precisamente es por él que lo hago, además es una relación falsa ¿Que podría salir mal?—le dió una ligera sonrisa y se fue caminando hasta los vestidores.

Leo llegó a su casa, Cristiano todavía no había llegado con las compras, pero le daba tiempo para poder bañarse antes de cocinar, después de todo estaba completamente sudado por el ejercicio

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Leo llegó a su casa, Cristiano todavía no había llegado con las compras, pero le daba tiempo para poder bañarse antes de cocinar, después de todo estaba completamente sudado por el ejercicio.
Cuando bajo de bañarse con algo ligero como unos shorts cortos y su playera larga que quedaba unos centímetros arriba de la rodilla, Cristiano ya estaba en el comedor esperándole con las cosas que le había pedido, sinceramente aún no tenía una idea de que preparar para la cena, tanto a su padre como Cristiano comían carne, pero el era el único que no la consumía. Y aún así el mayor había traído una pierna de pavo para la cena.

—Pense que estaría bien algo de carne para la cena, después de todo tu padre y yo la consumimos.

—Ah..—exclamo de manera cortante al ver la carne sobre la mesa.—Si, está bien, no te preocupes.

Tomo las cosas y se fue con ellas a la cocina mientras el mayor se quedaba en la sala viéndole. Leo estaba dentro de la cocina viendo la gran pieza de carne, no era que le molestará sobre que no pudieran hacer un ligero esfuerzo solo porque el es el único que no consume la carne, pero le hacía sentirse mal de alguna manera, sentia una presión sobre su pecho al recordar perfectamente como Guillermo no ponía carnes en la comida de ambos cuando estaban juntos. No importaba si las consumía cuando no estaban juntos, era algo muy especial para Leo el que Guillermo no consumiera los alimentos de origen animal en sus veladas, y era esos pensamientos los que le hacían sentirse mal, de manera infeliz.

«¿Porqué mierda recordas eso ahora, Leo? Es algo estúpido, no deberías pensar en ello.»

Se dió media vuelta abriendo un cajón de la cocina donde tenía varios medicamentos, movió las cajetillas de pastillas con su mano buscando unas en específico para al final tomar una de las cajas sacando de este las cápsulas, tomo dos de las pequeñas pastillas y se las llevo a la boca para después buscar algún vaso con agua con la cuál pasarse las pastillas. Le eran de mucha ayuda sus tranquilizantes en esos momentos, aunque le hacía sentirse un poco mal por el hecho de que ya hace mucho los había dejado de usar, pero ahí estaba, nuevamente consumiendo las pastillas. Se regresó a ver la carne, no solo detestaba comerla por pensar en el animal, también detestaba tener que cocinarla, pero al parecer eso su “pareja” no lo entendía.

«Guillermo si lo entendía, él me entendía»

Saco el cuchillo de su base y comenzó a cortar la carne, no quería verse tan inmaduro por no preparar la carne solo porque no le gustaba.

—¿Puedo ayudar en algo?—pregunto Cristiano que justo acababa de entrar a la cocina.

—¿Puedes encargarte de la carne?—respondio quitando sus manos del trozo de pierna dejo el cuchillo ahí.

—Claro.—se acercó a dónde había estado leo, tomando el cuchillo en sus manos para poder cortar la carne.

Leo tomo las verduras, se acercó al fregadero y las lavo para después irse a otro extremo de la cocina a picar estas.
Estuvieron bastante tiempo dentro de la cocina, y en un momento cuando voltearon a ver al fregadero, había demasiados trastes, sin siquiera contar con los que estaban cocinando. Varias veces Leo discutía con Cristiano por qué este hacía varias preguntas aún cuando tenía el vídeo de la receta enfrente suyo aunque al final terminarán riendo por eso mismo. Al final lograron terminar de preparar una cena “elegante” si es que por eso se pudiera decir, tenían el platillo de entrada, el platillo fuerte juntos con sus guarniciones y un pan para el postre el cual seguía en el horno. Aún quedaban unas horas para que el padre de Leo llegará a la cena y recién habían metido el pan en el horno mientras que el argentino estaba completamente sucio, lleno de harina, con la ropa mojada y manchada.

—Ve a cambiarte, me quedare viendo el horno.

—Gracias, bajo en un rato.—se limpio las manos con una servilleta dejándola en la bolsa de basura para irse al segundo piso a bañarse y prepararse para la cena. Salió del baño de su habitación con una toalla enrollada a su cadera buscando ropa.

—Hey, Leo.—hablo Cristiano entrando al cuarto de Leo con un gancho que colgaba una bolsa protectora de ropa.
Leo volteo a verlo confundido mientras este se le quedaba viendo de arriba a abajo como si lo analizara.—Te compré un traje, la otra vez ví que no tenías en sí ropa elegante. El ejercicio en exceso te sienta bien.—le guiño un ojo de manera coqueta y salió de la habitación cerrando la puerta.

Leo no dijo nada, era algo común en la actitud de Cristiano, el ser de esa manera. Se puso ropa interior y se terminó de secar el torso cuando abrió el cierre de la bolsa, dentro un traje color negro, junto a una camisa y una corbata del mismo color. Mientras se sentaba sobre la cama para poder ponerse los calcetines de acordó que nisiquiera tenía zapatos de vestir. Rápidamente abrió su closet buscando algún par de zapatos que le sentarán bien. Encontró unos jordans negros, que hacían conjunto con sus prendas de ropa.

 Encontró unos jordans negros, que hacían conjunto con sus prendas de ropa

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𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora