𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Hirving abrazaba fuertemente al mayor mientras sus lágrimas se derramaban por sus mejillas empapando la playera de Messi con estas mismas, el argentino lo abrazo tratando de consolarlo aunque esté cada vez lloraba más tratando de hablar entre sus sollozos.

—El no se merece todo lo que a vivido ¿Porqué todo va en su contra? El debería poder ser feliz y aún así tiene que seguir soportando a todos los que le hacen daño.—Leo escuchaba sin dejar de acariciar su cabeza, quería hablar pero no sabía mucho sobre el pasado de Guillermo, el mexicano nunca le había contado cosas de su pasado que no fueran sobre su carrera futbolística y eso le hacía sentirse inepto ante la situación.—Incluso su propia familia le dió la espalda cuando el más los necesitaba.

Eso último le había llamado la atención a Leo quien seguía escuchando todo lo que hablaba, no quería decir nada que interrumpiera a Hirving pero quería saber, necesitaba saber bien la historia de Guillermo para poder entenderlo y poder ayudarlo en todo.

—¿Que fue exactamente lo que sucedió en el pasado?—Hirving se alejo de Messi sentándose bien en el sillón con la cabeza en dirección a la de Leo pero su mirada en otra parte al igual que su mente.
Leo veía los ojos de este, rojizos por el llanto al igual que estaban húmedos y con un poco de cansancio en ellos.

—Es una historia larga y compleja.

—Esta bien, tenemos tiempo de aquí a que Guillermo despierte, así que puedo escucharte.—se sentó cruzando los pies por encima del sillón para escuchar al otro durante lo que parecía, ser una noche larga.

—Cuando Memo tenía 14 años, se enamoro de un chico, era la primera persona de la que había sentido atracción por ella, el chico iba en tercero de secundaria y el todavía en segundo, era mayor que el solo por unos meses, pero eran buenos amigos, Memo se le declaró y el chico acepto los sentimientos correspondiendo a estos, pero la felicidad le duró poco, a los meses de relación se entero que su supuesto novio salía con una chica de preparatoria y con otra de su misma escuela pero del otro turno, eso hizo que terminarán la relación, solo que antes de eso, el chico ya había logrado su objetivo principal, tener relaciones sexuales con Guillermo, y ese fue su primer experiencia sobre el amor, fue aun más doloroso por lo mismo que era la primera vez que tenía novio y porque tenía 14 años. La segunda fue Karla, la conoció en la preparatoria, pero el tuvo que haberlo sabido, la chica había reprobado el segundo año dos veces, por lo que era aún mayor que Guillermo y aún así el inicio su relación con ella, resulta que mi hermano tan solo tenía 16 años y su pareja 19, Karla, ella era...—se tomo su tiempo en pensar la palabra correcta.—Una sinvergüenza, metía alcohol y drogas a las instalaciones, y Memo no decía nada porque era su novia y no quería tener problemas con ella así que solo lo ignoraba, Karla no fue lo mejor que le paso a Memo, ella lo llevo a probar sustancias ilegales y tomar alcohol a temprana edad, el lo hacía solo por ella, por suerte no paso a más, ya que busco ayuda psicológica, no sabía que hacer con todo, amaba a Karla pero también le molestaba lo que hacía, al final la psicóloga lo guió hasta que porfin pudo salir de esa relación, termino la preparatoria normal y al final entro a la universidad, por suerte no tuvo amorío en esa etapa de su vida, pues estaba ocupado con su trabajo como futbolista y las clases desordenadas de la universidad, aparte de que estaba lidiando con más problemas conmigo y todo eso.—termino de hablar y volteo a ver a Leo quien tenía demasiadas preguntas incluso más que respuestas.

—¿Pero sus padres? ¿Nunca se enteraron sobre las relaciones de Guillermo?

—Si supieron, por eso fue que a lo largo de su vida tuvo demasiados más problemas por eso mismo, sus padres se enteraron de su bisexualidad cuando memo termino con Ángel, su primer novio, pero... Era 1999, ya te imaginarás como reaccionaron sus padres, y de ahí tuvo muchos problemas con ellos, sus padres lo ignoraban y para ellos Memo no existía en esa casa, y comenzaron a aceptarlo cuando presentó a Karla como su pareja y cuando terminaron... Su padre volvió a hacer comentarios de mal gusto sobre su orientación sexual y Memo estaba harto de eso, y por eso apenas cumplió la mayoría de edad se fue de su casa a vivir con sus tíos, ahí fue donde nuestra relación comenzó a ser más cercana pues nos veíamos a diario para jugar fútbol. Mi hermano a tenido una vida difícil, tanto con sus parejas como con su familia y siempre había tenido el sueño de casarse, y tener hijos, quería hacer la familia que no había tenido, poder hacer todo lo que sus padres no hicieron con el, apoyarlos en sus decisiones y orientarlos, pero ya sabes lo que pasó con Saúl.—Leo solo pensaba en todo lo que acababa de escuchar, no tenía palabras sobre que decir, pensaba muchas cosas, sobre lo horrible que habían sido sus padres con Guillermo y en las parejas que había tenido. De un momento a otro sintió como Hirving lo tomo de los hombros fuertemente con una mirada retadora.—Así que escúchame bien Leo, si tu idea es lastimar a Memo, te daré la opción de irte antes de que el despierte, si lo haces te perdonaré, pero si te quedas y le haces daño, no dudaré en hacerte pagar por ello.

—No me iré, porque no pienso hacer nada para lastimarlo, aparte de que necesito atender unos asuntos en París, pero primero va Guillermo, así que tendrá que esperar.

—Igual tengo que atender cosas en Nápoles, no pensé estar más de un día, pero no quiero dejarlo solo.

—Bueno, yo ya no iba a renovar contrato con mi equipo, pensaba regresar a jugar con el Barcelona pero no podré estar en los partidos si quiero estar con Guillermo, así que tomando eso en cuenta, lo mejor sería retirarme de una vez.

—¿Vas a retirarte solo por no dejarlo solo?

—Haria lo fuera por él, así que viajaré mañana por la mañana a París, daré por echo mi retiro en el equipo y regresaré para seguir cuidando de Guillermo y tú podés regresar a Nápoles para seguir con tus partidos.—Hirving se le quedó mirando a Leo quien sonreía al levantarse del sillón para ir al cuarto de Guillermo a verlo mientras el se quedaba sentado en el sillón.

—Ahora entiendo porque se enamoro de el, y algo me dice que con Leo será diferente.—dijo para si mismo en voz baja.