𝘔𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘗𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢𝘴

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Guillermo se encontraba sentado en la orilla de la cama besando a Lionel quien estaba encima de él, puede que llevarán unos segundos besándose, o quizás minutos, no lo sabían, solo que les faltaba aire pero ninguno se separaba del otro, ese momento entre ellos era lo que más les gustaba a ambos.

Un sonido de llamada entrante les interrumpió, Leo se quito de encima de Ochoa caminando hacia la mesa para tomar el teléfono, leyó el nombre de quien pertenecía la llamada y levantó la vista haciendo contacto visual con el mayor.

-Canelita.-Era de quien pertenecía la llamada.
Ochoa estiro el brazo y con la mano hizo seña de que le entregará el celular, Leo se lo dio en la mano, el mayor solo tomó el celular, lo puso en silencio y lo aventó hacia una de las cómodas que estaban cerca de la cama.

-Es solo una llamada, entenderá mañana por la mañana.-Y golpeó suavemente sus piernas ordenando a Lionel a regresar a ellas.

Leo sonrió y obedeció, se acomodo nuevamente encima de las piernas reacomodando la posición anterior, nuevamente, besándose.
No iba a mentir, le gustó lo que acababa de hacer Guillermo, el ignorar la llamada de su esposo y silenciar el teléfono para poder continuar con lo suyo, le encantaba, era lo que buscaba, atención por parte del mayor, después de todo, el era hermoso y atractivo ¿Quien no lo querría tocar? Pero el solo quería ser tocado por el, Guillermo Ochoa.

Guillermo tenía puestas sus manos sobre la cintura que estaba encima de él, tomó la playera del argentino y la subió rápidamente quitandola de encima, paseó sus manos por el torso desnudo bajando hasta sus muslos, los cual acariciaba provocando exitacion en el menor.
Leo, terminaba de desabotonar la camisa de memo, dejo de besar los labios del mayor bajando hasta su cuello, Memo no se negó ante este acto, levanto su cuello con gusto dejando ser besado, lamido y chupeteado por Lionel.-¡Ah!...~-un gemido se escucho salir de la boca del mayor al sentir la mordida sobre su cuello, Leo no paro y siguió besando el cuello.

Para ser honestos, a Memo nunca nadie le había besado el cuello, aun con su marido, el era quien hacía el amor, quizás fue eso lo que le gustó de Lionel, el como le daba placer, no había necesidad de esforzarse en provocarle placer al menor, solo dejarse llevar del como este le hacia el amor.

Memo sintió como el menor desabrochaba de su pantalón con una mano, esto sin separarse del cuello mayor, Leo quito su pantalón dejándolo solamente en bóxers y comenzo a frotar con su mano el pene que aún estaba tapado por la tela del bóxer, joder, que placer sentía Guillermo, se sentía jodidamente exitado, tanto que ni su miembro lo ocultaba, se estaba poniendo cada vez más duro ante las manos de Lionel.

-Mmh... mgh..-que hermosa melodía para Leo, pero quería más, no solo oír sus gemidos ahogados, quería unos fuertes y fluidos.

Bajo su mano derecha hasta dónde se encontraba la otra y con ellas bajaba el boxer dejando al descubierto el gran pene de Memo, anteriormente lo había visto pero en ese momento dudaba de sí entraría en su boca, solo había una manera de saberlo.
Se bajo de Memo incandose en el piso, tomando con sus manos el pene observándolo por un momento dudando un poco de lo que iba a hacer.

-¿Estas seguro?-Preguntó Ochoa viendo la escena desde arriba, Leo respondió metiendo el glande en su boca, el mayor sonrió ante tal acción y acomodo su mano sobre los cabellos de Lionel empujando lentamente su cabeza metiendo su pene cada vez más en la boca del menor, pero unas palmaditas en sus piernas le indicaron que parara y así lo hizo, dejo de empujar dejando que el de abajo se acostumbrará al tamaño de su pene.

Pasaron unos segundos y Leo comenzó a mover su cabeza, sacando y metiendo una y otra vez el pene de su boca, le lastimaba un poco la garganta por el tamaño, pero podría acostumbrarse con tal de escuchar aquella melodía.-¡Ah, ahmmg! Leo...~-Le encantaba, eso era lo que quería escuchar, el como gemia su nombre, su respiración agitada provocada por la exitacion y el placer que le provocaba el menor, repetía la misma acción cada vez más rápido ya que el mayor se lo pedía entre gemidos, no tardo mucho en que Guillermo llegara hasta su punto máximo corriendose en la boca de Lionel, este trago el semen y saco el pene de su boca terminando con una lamida en la glande de este.

Lamento si no está bien escrito el capítulo.

Primero. Es el primer lemmon que escribo.
Segundo. Lo escribí en plena comida familiar, mamá perdoname 😿