Imaginé que habría visto mi mensaje, me negaba a pensar que era una coincidencia, así que le envié otro.
"No creas que no me he dado cuenta", escribí.
No tenía esperanzas de que me contestara, así que dejé el móvil en la mesita y me dispuse a dormir, aunque no pude hacerlo.
Me rendí y volví a coger el móvil. Entré un poco a tiktok, aunque sabía que no debía hacerlo porque así no iba a conseguir dormirme. Mi fyp estaba lleno de tiktoks sobre el mundial, y como protagonistas tenía a Pedri y Gavi. Me hizo gracia. Todo el mundo se había vuelto loco con ellos, y era normal.
Me obligué a dejar el móvil de nuevo, cuando de repente volvió a iluminarse la pantalla con una notificación de Instagram. Durante un segundo me quedé mirándola nerviosa, pero supuse que serían mis amigas, así que lo volví a coger sin mayor importancia.
@pablogavi Para que veas que...
El corazón me dio un vuelco.
Y una mierda.
Me quedé mirando el móvil entre mis manos sin dar crédito mientras me incorporaba un poco.
¿Me he dormido ya y estoy soñando?
Agité un poco la cabeza para comprobar que no era así y por fin desbloqueé el móvil para poder leer el mensaje entero.
Cliqué en la notificación y entré al chat del futbolista.
"Para que veas que los futbolistas también sabemos colgar historias con música".
Era su respuesta a un mensaje anterior en el que le había puesto que parecía que no supieran hacerlo, más que nada porque nunca lo hacían. Todas las historias que colgaban era sobre fútbol y sin música.
"Permíteme dudarlo" "Si no llega a ser por mí, tu historia sería igual de aburrida", bromeé nerviosa.
No sabía si seguiría contestándome o si solo se tenía esa suerte una vez en la vida.
Pero lo adiviné rápido cuando vi que leía el mensaje y comenzaba a escribir.
Esperé sin parar de agitar la pierna derecha por los nervios e incredulidad.
"Si mis historias son aburridas, ¿Por qué me sigues?", fue su mensaje devolviéndome el vacile.
En eso falló. No le seguía.
"No lo hago", contesté y lo leyó al instante, pero no contestó enseguida como al anterior.
Supuse que estaría mirando si era verdad lo que le acababa de decir.
Esperé a que dijera algo más, pero no lo hizo, así que después de esperar unos minutos dejé el móvil otra vez y me quedé un buen rato mirando el techo.
No me creía que me hubiera contestado, aunque tampoco sé decir si me gustó que lo hiciera. A ver, obviamente sí, pero no quería que pensara que le enviaba las canciones para llamar su atención o intentar ligar con él, o lo que fuera. Además, yo tenía novio y tenía una destacada con él, aunque el futbolista no podía ver eso porque mi perfil era privado.
Intenté dejar de pensar en ello y dormir, aunque si antes no podía, después de eso todavía me costó más.
Cuando desperté al día siguiente dudé en si enviarle otra canción a Gavi, pero luego pensé en que sí, ya que así vería que no lo hacía con el interés de que me contestara.
"Al mismo tiempo, Rauw Alejandro".
Envié el mensaje y puse la canción en mi móvil mientras empezaba a prepararme para ir al gimnasio.
ESTÁS LEYENDO
Te necesito.
Hayran KurguDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.