Me desmaquillé como pude y al rato escuché que llegaban los chicos. No sabía si Gavi había venido también pero no salí para comprobarlo.
-Mañana lo habláis, intenta dormir, Dan -dijo Inés, quien se había quedado a dormir conmigo.
Yo asentí cansada, aunque no me apetecía nada hablarle.
Me tumbé al lado de mi amiga y me quedé dormida mientras me tocaba el pelo para relajarme.
Al día siguiente desperté con ganas de morirme.
Fui directa a la ducha intentando no hacer ruido para no despertar a Inés, aunque cuando salí ya estaba despierta.
-Esta cama es mucho más cómoda que la mía -murmuró al verme.
Yo sonreí un poco y me dispuse a vestirme.
-¿Estás mejor? -preguntó mirándome con pena.
-No mucho -dije encogiéndome de hombros.
Ella suspiró y se levantó para darme un abrazo.
-Si hace falta nos vamos hoy mismo -dijo después.
Yo asentí y resoplé.
Mientras Inés se duchaba, bajé al comedor, donde estaban los chicos, menos Gavi.
-Buenos días -saludó Pedri incorporándose.
-Hola -contesté desganada.
Fui directa a la cocina, mientras Pedri me seguía.
-¿Estás bien? -preguntó apoyándose en la encimera.
-¿Tú sabías algo? -me interesé sin hacer caso a su pregunta.
Él suspiró y asintió.
He de reconocer que me dolió, pero tampoco podía pedirle que me lo contara, al fin y al cabo era el amigo de Gavi y no mío.
-Pero Dani, lo importante es que Gavi te quiere -dijo después.
Yo lo miré decepcionada.
-Cuando quieres a una persona no le mientes, Pedri, ni le engañas -rebatí.
Él fue a hablar de nuevo, cuando Gavi entró por la puerta de la cocina, así que se dio la vuelta y se marchó.
-¿Podemos hablar? -preguntó el sevillano mirándome.
Yo no contesté, me limité a seguir poniéndome zumo en un vaso.
-Dani, por favor -pidió.
Intentó acercarse pero yo me alejé de golpe.
-Habla -ordené dándome la vuelta hacia él.
Gavi suspiró y negó con la cabeza.
-¿Qué fue lo que te dijo Ansu ayer? -preguntó primero.
-¿Qué pasa? ¿Vas a mentirme otra vez y necesitas saber hasta donde me contó? -dije irónica.
-Dani... -murmuró negando con la cabeza.
-Deja de llamarme así -pedí irritada.
Él me miró sorprendido y yo tragué grueso.
-¿Cómo has podido engañarme así, Pablo? -pregunté dolida-. ¿Por qué diste a entender que no había habido nadie más después de mí el otro día si no era así? -seguí hablando.
Él tomó aire y se encogió de hombros.
-No quería perderte otra vez -murmuró.
-O sea, que es verdad, ¿Te has liado con esa chica? -pregunté de nuevo.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.