Capítulo 38. Llámame cuando sepas algo.

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Llegué a casa sin ganas de nada. Habían sido las mejores y peores vacaciones de mi vida. Todo había empezado tan bien, y había acabado tan mal, que casi no me lo creía. 

Mis padres no estaban, así que me cambié y me fui directa a dormir. Me había pasado casi todo el viaje llorando, y estaba harta. 

Me desperté a las 22:30, cuando escuché que mi madre entraba a mi habitación. 

-Cariño, ¿Ya estás aquí? -preguntó acariciándome la cara. 

Yo asentí desganada. 

-¿Te lo has pasado bien? -se interesó con dulzura. 

Entonces mi reacción fue empezar a llorar otra vez. 

Pude ver la cara de confusión de mi madre, pero no me preguntó nada. Ya le había contado mi primera situación con Gavi, y estuvo ayudándome en el proceso. Sabía que me había quedado unos días más en su casa, así que supongo que se imaginaba lo que había pasado. 

Se tumbó a mi lado y estuvo abrazándome hasta que me dormí de nuevo, sin hacerme ninguna pregunta más. 

Desperté al día siguiente con varios mensajes de Gavi, pero ni siquiera los leí, sólo el último que me había mandado, en el que ponía: "Te necesito". 

Puse música y lo dejé a mi lado. Dándole de nuevo vueltas a todo, e intentando ordenar mis pensamientos, sin mucho éxito. 

Entonces de repente vi que mis amigas empezaban a hablar sin parar por el grupo de Whatsapp. Entré para ver qué decían y me estremecí al instante. 

Había un montón de vídeos míos con Gavi, y también fotos, tanto en el concierto de Rauw como en la discoteca de la noche anterior, y eso que sólo estuvimos juntos unos minutos. Pero eso no fue lo peor. 

Lo peor vino cuando Inés mandó una captura de una revista, en la que se aseguraba que Gavi y yo éramos pareja, alegando que una fuente cercana lo había revelado. 

Yo fruncí el ceño y pregunté a mis amigas. 

"¿Fuente cercana?". 

Inés contestó al instante. 

"Espero que estés sentada y tomes aire", fue su mensaje. 

Alcé las cejas y me incorporé un poco mientras cargaba la foto que había mandado. 

En ella aparecía un texto de una historia de Instagram, de un o una tal "Rak30" en el que decía: "Bueno, pues ya sabéis que el chavalito tiene novia. De hecho esta semana ha estado quedándose en su casa en el Puerto de Santa María, y por eso salieron todos juntos ayer. A lo largo de la noche discutieron, por eso no hay más fotos de ellos juntos, pero tengo audios que lo demuestran. De nada". 

A medida que lo iba leyendo empezaba a faltarme la respiración. Busqué rápido el usuario en Instagram, y entonces sí que se me paró la respiración del todo. "Rak" no era más que una acortación de Raquel, la chica con la que se había liado Pablo, la cual tenía más de medio millón de seguidores. 

Entré de nuevo a Whatsapp y les pedí a mis amigas que vinieran lo más rápido posible a mi casa. 

Por suerte vivíamos cerca y no tardaron demasiado en hacerlo. 

-Estoy flipando -dije atónita al abrirles la puerta. 

-Tía, esto es muy heavy -aseguró Inés entrando. 

Todas nos dirigimos hacia el comedor, y mientras ellas se sentaban mirándome expectantes yo daba vueltas sin parar. 

-Es una ida de olla -dijo Sonia. 

Te necesito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora