Empezaron los discursos de presentación y de bienvenida, y yo podía notar perfectamente cómo los nervios que Gavi iban aumentando.
Estaba serio, mirando al escenario casi sin inmutarse, y sin parar de apretar la mandíbula.
Tendí mi mano hacia la derecha, posándola sobre su pierna izquierda, la cual no paraba de mover impaciente. Entonces se giró hacia mí y sonrió levemente, para después coger mi mano y entrelazarla con la suya, mientras dirigía de nuevo la vista hacia el escenario.
Yo tomé aire y me revolví un poco en mi asiento. Me giré hacia Pedri, quien estaba a mi izquierda y parecía no estar en absoluto nervioso.
Qué envidia.
Entonces se levantó y subió al escenario, cuando Ronaldo mencionó su nombre. Lo seguí con la mirada, y aplaudí junto a las demás personas.
El asiento vacío de Pedri, dejó ver un asiento más hacia allá a Jude Bellingham, quien tampoco parecía estar demasiado nervioso. Lo examiné un poco con la mirada, hasta que el canario empezó a hablar.
Después de una pequeña introducción, entre Ronaldo y él cogieron el sobre que contenía el nombre del ganador.
-¿Quieres decirlo tú? -le preguntó el primero.
Pedri asintió con indiferencia, y al final lo dijeron ambos a la vez.
-Pablo Gavi -anunciaron al unísono.
Yo me llevé la mano al pecho y miré rápidamente al sevillano, asombrada y muy pero que muy nerviosa. Él también se giró hacia mí, aunque un poco serio todavía, y besó mi mano, la cual no había soltado desde hacía rato.
Se levantó y subió las escaleras mientras se abrochaba un botón de la americana. Dio las gracias a Ronaldo y también a su compañero, quien lo miraba de lo más feliz.
Cuando llegó frente al micrófono, dejamos de aplaudir, y yo lo miré muy orgullosa.
-Buenas noches a todos -comenzó a decir-. Bueno, lo primero dar las gracias por este premio, la verdad es que me enorgullece mucho y es todo un honor para mí recibirlo. Dar las gracias a La Masía y a todos los trabajadores de la misma, por ayudarme a formarme cada día y a crecer tanto en lo profesional como en lo personal. También a mi familia, que me acompañan día a día en todo lo que hago, a mis amigos, y también a los compañeros de equipo -continuó, y la gente le interrumpió aplaudiendo-. Y cómo no, a mi novia, que está ahí en primera fila apoyándome y acompañándome en todo como siempre, aunque sé que se está muriendo de nervios y está deseando irse ya a casa -sonrió y yo reí nerviosa, no sabía si porque todo el mundo dirigió la mirada hacia mí o porque se había referido a mí como su novia-. En resumen, gracias a todas las personas que han hecho esto posible, estoy muy feliz por este premio. Buenas noches y visca el Barça.
Bajó del escenario mientras todo el mundo volvía a aplaudir, y yo trataba de recomponerme un poco.
Se sentó de nuevo a mi lado, todavía algo serio y dirigí la mirada hacia él, aunque no se la había quitado de encima en ningún momento.
-Enhorabuena, amor -susurré acercándome a su oreja.
Entonces sí sonrió, y posó un beso rápido pero muy dulce sobre mis labios. Eso hizo que volviera a ponerme nerviosa, así que me escondí un poco en su hombro, mientras él acariciaba mi cara con ternura.
Pedri bajó del escenario, y siguieron los premios de la gala del Balón de Oro, que recibió Benzema.
Una vez terminó el evento, todos nos dirigimos a la planta de arriba, donde había como una especie de fiesta.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.