Te necesito.

Capítulo 65. ¿Qué cojones?

-¿Qué? -fruncí el ceño al escucharlo. 

-Imagino que estarás muy ocupada viendo a tu maridito recoger su premio, así que voy a ser breve -habló al otro lado. 

No me costó demasiado reconocer la voz, pues cuando la escuché discutir con Gavi se quedó clavada en mi cabeza. 

-¿Raquel? -pregunté confusa. 

-Escúchame bien -continuó sin hacerme caso-. En cuanto Gavi vuelva de la gala, si es que vuelve, vas a cortar con él y vas a desaparecer de su vida -ordenó seria. 

Yo no me lo podía creer. ¿Pero qué cojones estaba haciendo? 

-Tía, estás fatal -me salió decir-. ¿Por qué no lo dejas en paz de una vez? ¿Qué es lo que quieres? -pregunté bajando el volumen de la televisión, mientras veía cómo se preparaban para dar el premio. 

-A él -contestó seca. 

Yo fruncí el ceño.

-Claro, y te piensas que filtrando cosas y haciendo todo lo que has hecho él va a querer estar contigo, ¿No? -ironicé. 

-Más te valdría dejar de reírte si quieres volver a verlo -amenazó sin titubear-. La única cosa que se interpone entre nosotros eres tú, y si no desapareces por ti sola, seré yo la que haga que desaparezcas -aseguró. 

No sabía si me estaba empezando a cabrear o a asustar. 

Entonces un mensaje llegó a mi Whatsapp, con una foto de la casa de Gavi desde la calle, y junto a ella varias más, las cuales hicieron que me entraran ganas de vomitar al instante. 

Eran unas fotos mías, posando en tanga frente al espejo sin nada más, las cuales reconocí al instante. Esas fotos sólo se las había enviado a una persona: Adrián. 

Mis nervios comenzaron a aumentar, mientras trataba de controlar mi respiración. 

-Si no quieres salir en todas las portadas, más te vale hacer las maletas e irte antes de que vuelva Gavi -habló de nuevo Raquel. 

Tragué grueso y volví a ponerme el móvil en la oreja. 

-Mientras tanto, yo voy a ir a buscarlo al evento -avisó y colgó. 

Ni siquiera pude decir nada. Ni me dio la oportunidad de hacerlo, ni a mí me salían las palabras. Jamás hubiera pensado que eso podía pasarme, y no pude arrepentirme más de toda mi relación con Adrián. No podía creerme que me hubiera hecho eso. Era demasiado. 

Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, mientras miraba atónita la televisión, viendo cómo le entregaban el Golden Boy a Gavi. 

Me pasé las manos por la cara desesperándome, sin saber qué hacer. 

Si filtraba esas fotos, iba a destrozarme a mí y a Gavi, y yo no quería que volvieran a comérselo en los medios de comunicación. Sentía que todo era culpa mía, por haber enviado esas malditas fotos a una persona en la que en aquél momento confiaba. 

Me levanté del sofá, dando vueltas por el comedor sin parar. 

Miraba la tele, viendo a Gavi dando un discurso, el cual no escuchaba ni podía hacerlo. 

Volví a mirar mi móvil, mientras sentía cómo el corazón estaba a punto de salirme por la boca. Mis manos empezaron a temblar de nuevo, al pensar que Raquel había estado enfrente de casa, y que tenía esas fotos en su poder. 

Sabía que no le importaba una mierda filtrarlas, y que era capaz de hacerlo, así que traté de pensar con cabeza, para intentar controlar la situación.