En todo el partido no aparté la mirada de Gavi, a quién creo que nunca había visto jugar tan despistado. Iba de lado a lado sin conseguir recuperar la pelota como solía hacer de costumbre. Trataba de presionar, pero se rendía con facilidad y después se cabreaba.
Tomaba aire sintiendo muchísima lástima por él. Por suerte, Xavi lo sacó en el minuto 50, casi nada más volver del descanso. Lo agradecí, y creo que él también.
Cuando terminaron empatados 0-0, esperé a que los jugadores salieron del campo para luego bajar.
Entré por el túnel tras ellos, y mientras trataba de encontrar a Gavi entre la multitud, alguien me agarró del brazo por detrás.
El corazón se me paró y lo aparté lo más rápido que pude, dándome la vuelta con las pulsaciones disparadas.
-Joder, tía, tranquila -se sobresaltó Sira.
Yo solté aire con fuerza y alivio.
-Joder... -murmuré pasándome la mano por la frente.
Ella me miró un poco confusa.
-Lo siento, no quería asustarte así -se disculpó extrañada.
-No pasa nada, es que no te había visto, perdona -negué con la cabeza.
-¿Estás bien? -frunció el ceño.
-Sí, sí, es solo que estaba buscando a Pablo -expliqué mirándola.
Entonces otras dos manos se posaron sobre mis hombros, haciendo que me sobresaltara de nuevo.
-Perdón, amor -murmuró Gavi al darse cuenta.
Me giré hacia él, con el corazón en el puño, y lo abracé con fuerza.
-Vámonos a casa, por favor -pedí hundiendo la cabeza en su cuello.
-Ahora nos vamos, voy a cambiarme y salgo -contestó posando un beso sobre mi mejilla.
Asentí y dejé que fuera hacia el vestuario.
-Tía, ¿Qué pasa? -habló de nuevo Sira mirándome.
Yo tomé aire, y después de alejarnos un poco le conté todo. Ella trataba de animarme, pero no encontraba las palabras para hacerlo, se había quedado perpleja.
-Es demasiado fuerte -negó con la cabeza.
-Es una locura -coincidí yo.
Se acercó a mí, y me rodeó con ambos brazos tratando de tranquilizarme.
-Ya pasará. Os tenéis el uno al otro, y eso es lo importante -aseguró acariciando mi cabeza.
-No sabes la suerte que tengo de tenerlo, Sira -balbuceé en su hombro.
Ella asintió y posó un beso sobre mi pelo.
Al rato salió Gavi, y yo me despedí de mi amiga diciendo que ya le contaría lo que fuera. Después nos dirigimos hacia el parking, donde nos esperaba el padre de Pablo para llevarnos a casa.
No hablamos demasiado durante el camino, y tampoco durante la cena. Todos seguíamos como en una burbuja, esperando a que se solucionara del todo.
Una vez cenamos, Gavi y yo nos despedimos de sus padres y fuimos a su habitación.
-Mañana he quedado con una inmobiliaria para ir a mirar alguna casa -explicó mientras se ponía el pijama.
-Vale, pues ya iremos -asentí.
Me tumbé en la cama, y él me imitó, apoyando la cabeza en mi pecho.
-Menudo partido de mierda -suspiró.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.