Te necesito.

Capítulo 52. Gracias, Dani.

Estuvimos impacientes esperando a que David viniera, mientras daba vueltas por el comedor sin parar. 

-Dani, ¿Quieres sentarte ya? Me estoy empezando a marear de tanto seguirte con la mirada -pidió Gavi nervioso. 

Yo sonreí levemente y suspiré. 

Justo entonces sonó el timbre de casa, haciendo que me sobresaltara. 

-Ya voy yo -dijo levantándose con rapidez. 

Me senté tomando aire en el sofá, y esperé a que volviera. 

-Qué locura -murmuró David al entrar. 

Gavi asintió y yo me levanté para saludarlo. 

-¿Llevan aquí todo el día? -preguntó refiriéndose a la gente que había fuera. 

-Sí -resoplé. 

Él alzó las cejas y se sentó en el sofá mientras Gavi y yo hacíamos lo mismo. 

-¿Habéis visto las noticias? -se interesó mirándonos. 

Ambos negamos con la cabeza. 

-Mejor -suspiró. 

-¿Tan malas son? -pregunté con miedo. 

Él movió un poco la cabeza hacia los lados, como indicando que más o menos. 

-Prefiero no verlas -intervino Gavi. 

-Yo tampoco -coincidí. 

-Os las resumo: se han vuelto locos -informó David-. Los audios están en todos lados, los están analizando en mil programas de telebasura y en redes sociales -continuó. 

Yo me llevé las mano a la cara y Gavi posó su mano sobre mi muslo para acariciarlo intentando calmarme. 

-Casi prefiero no decir lo que están diciendo de Gavi por gritarte así -murmuró de nuevo-. Que si crío, que si no se merece estar donde está, que quién se creía, que se le había subido la fama...

A mí se me encogió el corazón, y pude ver la cara de haberla cagado del futbolista. 

No era nada justo que mezclaran su vida profesional con la privada, que por una imbécil se había hecho pública. Si Gavi estaba donde estaba era por todo el esfuerzo y dedicación que había realizado durante años. No podían juzgarlo por escuchar unos audios de 30 segundos. 

-Tenemos que hacer algo que cause todavía más revuelo y la gente se olvide de eso -explicó el representante. 

Yo lo miré desconcertada. 

-¿Y qué vamos a hacer? ¿Es que hay algo más grande que eso? -pregunté sin solución. 

-Dani tiene razón, es muy fuerte como para que podamos superarlo fingiendo que somos novios -coincidió también Gavi mirando a David. 

Me partía el alma verlo así. Gavi podía ser todo lo que quisieran, pero no era mala persona ni todo lo que estaban diciendo de él. 

-He hablado con Xavi, y hemos llegado a la conclusión de que sí hay algo que puede hacer que ya no se centren en eso -dijo David nervioso. 

-¿El qué? -pregunté sorprendida. 

Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por arreglar eso, ya no me importaba nada. Me negaba a que la gente tuviera por algo que no era a Gavi. 

-Que le pidas matrimonio -soltó mirando al futbolista. 

Yo me quedé de piedra y mi expresión facial cambió totalmente. Creo que me esperaba todo menos eso.