*NARRA DANI*
Después de la llamada de Raquel no me lo pensé dos veces y llamé a Belén para ver si podía ir a su casa. Me daba miedo quedarme ahí sola, y me daba miedo que Raquel pudiera entrar o volver con Gavi y verme ahí y colgar las fotos, o lo que fuera.
Obviamente Belén me dijo que eso no tenía ni que preguntárselo, y que si quería me iba a buscar, a lo que me negué.
Cogí el coche y conduje como pude, lo que hizo que el tobillo volviera a dolerme bastante.
Al llegar, Belén me abrió asustada, y yo me lancé directa a sus brazos empezando a llorar sin parar. No me preguntó qué me pasaba. Se limitó a devolverme el abrazo y a acariciar mi espalda dejando que soltara todo lo que llevaba dentro.
Su marido cerró la puerta detrás de mí, y dejó las maletas que traía en un lado del vestíbulo, para después unirse al abrazo y posar un beso sobre mi cabeza.
Una vez me calmé un poco, pero sin dejar de llorar, Belén me condujo hasta el sofá, donde le conté todo lo que había pasado. Se llevó las manos a la boca y a la cabeza una y otra vez, sin parar de abrir los ojos como platos a cada palabra que salía por mi boca.
-Qué hija de puta -murmuró cuando terminé.
Yo ni siquiera tenía palabras para describir el asco que tenía hacia esa chica.
-¿Pablo lo sabe? -preguntó mirándome.
Negué con la cabeza.
-Lo he llamado pero todavía estaba en la entrega del premio. No lo ha debido ver -expliqué.
Ella se levantó y comenzó a dar vueltas por el salón.
-Madre mía... -balbuceó preocupada.
Me pasé las manos por la cara, secándome las lágrimas, mientras Pablo padre se sentaba a mi lado y me acariciaba la espalda.
-Me va a matar cuando se entere -negué con la cabeza refiriéndome a Gavi.
-A los que va a matar es a Raquel y a Adrián -aseguró su padre-. Tú no tienes la culpa de nada, cariño.
-Exacto, ni se te ocurra decir que es culpa tuya. Esas fotos las mandaste en privado, al que en aquél entonces era tu pareja, y la persona en la que más confiabas -coincidió Belén-. Que sea un imbécil y se las haya mandado a ella no es tu culpa -continuó.
Intentaba creérmelo, pero a esas alturas ya me faltaba el aire desde hacía rato y sólo podía sentir que empezaba a marearme.
-Voy a esperar un rato a que acabe el evento, y llamaré a Pablo para que venga aquí y no vaya a casa, no vaya a ser que esté esa loca por ahí -avisó su madre.
Asentí, aunque sabía que ella lo había ido a buscar aposta.
Pablo me hizo una manzanilla, que me costó mucho beber. Estaba más ocupada en no ahogarme con mis propias lágrimas. Pero de todas formas lo agradecí mucho.
Belén se sentó a mi lado, rodeándome con su brazo y apretándome contra su pecho.
-Estará todo bien, cariño, ya lo verás -dijo convencida.
Yo asentí como pude, y dejé que me acariciara el hombro mientras intentaba dejar de llorar.
Al rato me quedé dormida apoyada en Belén, y desperté al notar unas manos frías sobre las mías.
Al abrir los ojos me encontré con Gavi delante, haciendo que todo se me revolviera en el interior, y comenzara a llorar de nuevo.
Me abracé a él como pude, mientras trataba de contestar sus preguntas, pero no podía.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.