Me miraron el tobillo, el cual por suerte no estaba roto, y me lo vendaron varias veces para que estuviera prieto. Me dieron unos calmantes para el dolor, y también unas muletas para que no apoyara el pie demasiado, después de decirme que debía hacer reposo.
Tanto Pedri como yo, dimos las gracias a la señora que me atendió, y nos fuimos de nuevo hacia casa de Gavi.
-Gracias por llevarme -dije una vez me había ayudado a entrar.
-No es nada -sonrió levemente.
-Bueno, y gracias por todo lo demás también -añadí con pena.
Él asintió y se acercó para darme un abrazo, el cual no pude corresponder del todo por las muletas.
-Dile a Gavi que mañana lo paso a buscar para ir al entrenamiento, porque tú no vas a poder conducir -dijo al separarse.
Yo asentí al darme cuenta.
-Háblame si necesitas cualquier cosa -ofreció después.
-Gracias -sonreí y me despedí de él.
Todavía no daba crédito a todo lo que había pasado, pero agradecía enormemente que Pedri hubiera estado ahí para mí.
Cuando entré a casa, todas las luces estaban apagadas, así que supuse que Gavi ya se había ido a dormir.
Subí como pude las escaleras, y cuando llegué a mi habitación lo primero que hice fue tumbarme en la cama.
Estaba cansada, y casi mareada por tantas emociones.
Me incorporé como pude, y me quité el vestido, el cual daba pena verlo, y me puse el pijama. Después fui al baño para desmaquillarme y recogerme el pelo, mientras pensaba en si ir a la habitación de Gavi o no.
Finalmente decidí hacerlo, así que sin las muletas, para no hacer ruido, me dirigí hacia allí como pude.
Me sorprendió que al abrir la puerta, Gavi estaba tumbado mirando al techo.
Se incorporó al verme y me miró como sorprendido.
-Pensaba que estabas durmiendo -dije apoyándome en el marco de la puerta.
-Como si pudiera hacerlo -murmuró.
Yo tomé aire y me crucé de brazos.
-¿Qué te han dicho? -señaló mi tobillo con la cabeza.
-Que tengo que hacer reposo -me encogí de hombros-. Pero no es nada grave.
Él asintió sin despegar la vista de mí.
-¿Puedo dormir contigo? -pregunté mirándolo también.
Pude ver cómo se extrañaba ante mi pregunta, estoy segura de que no se lo esperaba.
-¿Quieres dormir conmigo? -frunció un poco el ceño.
Yo me encogí de hombros.
-¿Tú no quieres? -le devolví la pregunta.
Entonces se levantó de la cama, y se acercó a mí un poco desconcertado.
-Claro que quiero, Dani -murmuró-. Pero pensaba que no querrías verme ni en pintura -reconoció observándome.
Sonreí levemente.
-En eso tienes un poco de razón, pero no hay problema, dormiré de espaldas a ti -solucioné intentando quitarle hierro al asunto.
Él tragó grueso, y abrió los brazos acercándose un poco más para abrazarme.
-Lo siento -susurró hundiendo la cabeza en mi cuello.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.