Capítulo 10. Nada que te importe.

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Al día siguiente, para mi sorpresa, no tuve demasiada resaca, pero me dolían muchísimo los pies. Mis amigas me obligaron a quedarme casi hasta la hora de cerrar y yo no aguantaba más con los tacones. Por suerte, Adrián me llevó después en coche a casa.

Cogí el móvil todavía en la cama y subí varias fotos que me había hecho por la noche, ya que se me había olvidado hacerlo.

Después entré a mis mensajes directos, y me sorprendió no ver ninguno de Gavi. En el chat lo último que aparecía era la videollamada que me había hecho.

"Buenos días", decidí escribirle.

Esperé en el chat pero vi que no lo leía, así que desistí y me levanté para ir directamente a la ducha.

Por la tarde había quedado con Adri para ir a su casa. Si había algo que me gustaba era pasar los días de después de salir larga en el sofá sin hacer nada. Así que, después de la ducha me puse un chándal y las vans, y pedí a mi novio que pasara a buscarme. Tenía carnet, pero me gustaba más tener chófer.

Mientras lo esperaba en el portal llamé a nuestro restaurante chino favorito, y pedí que nos llevaran la comida a casa.

-Buenos días -dijo Adri al llegar y yo subirme al coche.

-Buf, buenos días -murmuré a modo de respuesta y me acerqué para darle un beso.

-Te veo bien -sonrió mirándome.

-Tampoco demasiado -aseguré yo-. He pedido chino para comer.

-Guay, aunque me apetecía más una pizza o algo -aceptó un poco a regañadientes.

Yo levanté las manos sin solución y él negó con la cabeza.

Durante el trayecto de mi casa a la suya, volví a coger el móvil y a entrar al chat de Gavi varias veces, en el cual no había ningún mensaje nuevo.

-¿Qué pasa? -preguntó Adri al darse cuenta.

-Nada, es que ayer estaba un poco chafado y todavía no sé nada de él -expliqué tranquila pero un poco preocupada para mis adentros.

-Bueno, déjalo, ya te contestará -aseguró mi novio.

Yo asentí y volví a dejar el móvil, no lo volvería a mirar más para que no se molestara.

Llegamos a casa casi a la par que la comida, así que fue lo primero que hicimos mientras poníamos una película en la tele del comedor.

Vi como la pantalla de mi móvil se iluminaba con una notificación de Instagram y mi corazón se aceleró un poco, pero lo dejé pasar.

Cuando acabé de comer, cogí el móvil, y algo desilusionada lo volví a dejar. Era una notificación de mis amigas y no del futbolista.

-¿Quieres que pongamos otra cosa? -preguntó Adri.

-No, no -contesté rápidamente.

-Es que como estás más pendiente del móvil que de la peli -dijo obvio.

Yo me giré para mirarlo.

-Si sólo lo he cogido una vez, me estaban hablando mis amigas -expliqué.

-Ya, ya -murmuró.

Rodé los ojos y negué con la cabeza dirigiendo de nuevo mi mirada hacia la tele.

No quería discutir, y menos todavía por Gavi cuando ni siquiera me hablaba desde el día anterior. No sabía si le había pasado algo o simplemente había decidido dejar de hablarme.

Después de estar toda la tarde viendo cosas aleatorias en la tele, pedí a Adri que me llevara a casa.

-¿No te quedas a dormir? -preguntó mirándome.

Te necesito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora