Estábamos comiendo cuando la hermana de Gavi lo llamó para decirle que se acordara de pasarla a buscar para el partido.
El sevillano se llevó las manos a la cabeza, obviamente lo había olvidado.
-¿No te puede traer papá? -preguntó Gavi con cara de haberla cagado.
No tenía el altavoz puesto, pero se escuchaba perfectamente como su hermana le decía que su padre estaba trabajando y que nadie la podía llevar. Pedir un taxi no era una opción, ya que los días de partido estaba todo a reventar, y encima era un clásico.
Gavi preguntó a Pedri pero Aurora se negó, diciendo que no quería que Pedri se perdiera el partido por su culpa y que ya vería cómo se las arreglaría.
-Yo si me dejáis algún coche puedo ir a buscarla -dije con indiferencia.
Entonces Gavi levantó la vista hacia mí.
-¿En serio? -preguntó incrédulo.
-Sí, me da igual -me encogí de hombros.
Gavi se levantó rápidamente y fue a coger unas llaves del mueble de la entrada.
-Mi padre dejó el otro día uno de los coches en mi garaje porque no le cabía en el de casa, puedes coger ese si quieres -dijo tendiéndomelas.
Yo las cogí y asentí.
-¿Seguro que no te importa? -volvió a preguntar.
-No, claro -contesté tranquila.
Entonces él informó a su hermana y me mandó la ubicación para que la fuera a buscar. Así que, cuando acabamos de comer, ellos se dirigieron hacia el estadio y yo en dirección a donde estaba su hermana.
No sé por qué, pero me puse un poco nerviosa. No había hablado nunca con ella y me daba un poco de reparo lo que pudiera pensar.
Llegué después de conducir durante media hora, y Aurora me esperaba en la puerta de casa. Frené delante de ella y subió.
-Hola, ¿Eres Daniela, verdad? -preguntó una vez dentro.
-Sí, encantada -sonreí mirándola.
-Siento haberte hecho venir hasta aquí, pero es que mi hermano es idiota -murmuró abrochándose en cinturón.
-No te preocupes, no pasa nada -reí.
Arranqué de nuevo y comencé a conducir en dirección al Camp Nou mientras Aurora me daba indicaciones.
-Aparcaremos en el parking donde los jugadores -informó-. Mi padre tiene una plaza reservada y como ellos no vienen la podemos usar -explicó después.
-Vale, genial -contesté sin apartar la mirada de la carretera.
-¿Es la primera vez que vas a un partido? -se interesó.
-Sí -sonreí nerviosa.
-Ay, ya verás, te va a encantar. ¿Dónde tienes el asiento? -preguntó emocionada.
-Iba a sentarme con Pedri para no ir sola, pero me da un poco de reparo porque seguramente lo estén grabando todo el rato -expliqué.
-Ah, pues vente conmigo si quieres -dijo de repente.
Yo la miré un poco confusa.
-Voy con mis amigas, Andrea y Celia, iba a venir también otra pero al final no ha podido así que puedes usar su entrada si quieres -ofreció.
-¿Estás segura? -dije nerviosa.
-Claro, no vas a estar sola con Pedri -aseguró.
Yo sonreí.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.