Al día siguiente cuando desperté seguía acurrucada en el pecho de Gavi, y no pude reprimir una sonrisa tonta al darme cuenta.
Me levanté de la cama sin despertarlo, y fui hacia mi habitación para ducharme y asearme. Una vez terminé, me puse unos vaqueros, un top blanco de tirantes y las zapatillas de estar por casa.
Al ver la hora, volví a la habitación de Gavi para despertarlo, ya que David debía estar al caer.
Sin embargo, cuando entré ya no estaba en la cama y se escuchaba la ducha en el baño, así que me dirigí a su armario para quitarle una sudadera y me tumbé de nuevo en la cama para esperarlo.
Miré un poco el móvil, pero tampoco quise dedicarle mucho tiempo por si me encontraba con alguna noticia que no me gustara.
-Joder, Dani -se asustó el futbolista al abrir la puerta.
Yo me giré sonriendo hacia él. Iba con una toalla enroscada a la cintura y con el pelo mojado, es decir, no podía estar más guapo.
-Perdón, venía a despertarte -expliqué sin apartar la vista de él.
Asintió y se dirigió hacia el armario para coger algo de ropa. La dejó sobre la cama y me miró frunciendo el ceño.
-Bonita sudadera -murmuró.
-Ya, es tuya -sonreí.
-Ya me extrañaba que tuvieras tan buen gusto -alzó las cejas.
Yo rodé los ojos.
Entonces se quitó la toalla, quedándose totalmente desnudo y cogió unos calzoncillos.
-Joder, Gavi... -balbuceé apartando la mirada hacia el otro lado.
-¿Qué? -preguntó sin más.
-Que podrías cortarte un poco, ¿No? -dije volviendo a girarme hacia él, una vez se había puesto la ropa interior.
-Cuando me la comes no te da tanto reparo mirarla -soltó sin ningún tipo de vergüenza.
-¡Pablo! -alcé las cejas y le tiré un cojín.
Él soltó una risa y me lo devolvió.
-Es la verdad -se encogió de hombros.
-Cállate -ordené apartando de nuevo la mirada.
Entonces se tiró a mi lado en la cama y me miró sonriendo.
-¿Qué? -pregunté al darme cuenta.
-Nada, ¿No puedo mirarte? -contestó sin más.
-No, vístete -dije reprimiendo una sonrisa.
-O desvístete tú y estamos en igualdad de condiciones -ideó.
Yo negué con la cabeza intentando no ponerme nerviosa, aunque ya era bastante tarde.
-Venga, Pablo, que va a llegar ya David -puse de excusa.
Él se incorporó un poco y se aceró a mí.
-¿Es lo único que se te ha ocurrido? -alzó las cejas.
Dirigí la mirada hacia él de nuevo mientras mordía el labio inferior.
-Si quieres que me vista deja de hacer eso -ordenó mirándolo.
-¿O sino qué? -me interesé.
-O sino la que tendrá que volver a vestirse serás tú -aseguró.
Tragué grueso y él sonrió orgulloso.
Se acercó a mí para posar un beso en mi mejilla y después se levantó dispuesto a vestirse.
Yo por fin pude respirar un poco tranquila.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.