Al hacerse de noche todos nos despedimos de los hermanos y cada uno se fue a su casa.
Yo estaba bastante cansada, y sabía que no iba a aguantar mucho despierta, así que nada más llegar, me duché, me cambié y bajé a cenar algo rápido.
-¿Tienes hambre? -se interesó Gavi, quien ya estaba en la cocina.
Yo asentí y me senté en un taburete desganada.
-¿Te apetece pizza? -se interesó.
-Mhm -contesté mirándolo.
Él sacó una de la nevera y la metió al horno.
Después se dio la vuelta hacia mí, mientras se apoyaba en la encimera y se cruzaba de brazos, observándome sin decir nada.
-¿Qué pasa? -pregunté mirándolo también.
Él negó levemente con la cabeza.
-¿Te llevas muy bien con Pedri últimamente, no? -preguntó sin expresión.
-Sí, la verdad es que... -fui a contestar, pero entonces me di cuenta con la entonación con la que lo había dicho. Era ironía.
Lo miré durante unos segundos.
-Sí, sí, sigue -pidió alzando las cejas.
-Sólo hemos estado hablando -expliqué sin darle importancia.
-No he dicho lo contrario -contestó de la misma forma.
Yo fruncí un poco el ceño y después negué con la cabeza.
-¿Qué intentas decirme, Gavi? -me rendí.
Él se encogió de hombros.
-Nada, sólo quería saber qué es lo que os une tanto -dijo tranquilo.
-Tú -contesté obvia.
-Si tú lo dices -murmuró y apartó la mirada.
Suspiré e hice lo mismo.
-No tengo ganas de esto, la verdad -balbuceé.
-¿De qué? -volvió a mí.
-De que te pongas celoso por Pedri, ¿No puedo tener amigos? -lo miré también.
-No estoy celoso, y no he dicho que no puedas tener amigos -rebatió.
-No lo parece -alcé un poco las cejas.
Entonces bajó sus brazos y se acercó un poco a mí serio.
-Te he dicho que iba a darte espacio, y eso voy a hacer -recordó-. Pero vas a ser mía, Dani -añadió hundiendo sus ojos en los míos.
Yo tragué grueso y lo miré casi sin pestañear.
-Puedes irte con Pedri, o con quien quieras, pero no vas a poder ocultar nunca las ganas de estar conmigo -continuó hablando.
Negué con la cabeza y aparté la mirada de él, pero entonces posó dos dedos en mi mentón, haciendo que lo mirara de nuevo.
-Te necesito, y me necesitas, y cuanto antes te des cuenta, antes acabaremos con esto -murmuró.
Tenía un cúmulo de sentimientos en mi interior, y él los revolucionaba cada vez que decía alguna cosa así o se acercaba.
-Ya sé que te necesito, Pablo -coincidí-. Pero el amor no lo puede todo -aseguré.
Él asintió lentamente.
-Sabes que cumpliré lo que he dicho -dijo seguro de sí mismo.
-Y yo esperaré encantada a que lo hagas -contesté de la misma forma.
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Te necesito.
FanficDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.