Llegó la hora del evento y yo no podía estar más nerviosa.
Di mil vueltas delante del espejo una vez ya con el vestido y los tacones, y esperaba estar a la altura.
-Dani -escuché que me llamaba Gavi.
-Dime -elevé la voz para que me escuchara.
Cogí el bolso rápido y metí lo necesario, mientras el sevillano abría la puerta de mi habitación. Levanté la vista para mirarlo, mientras se quedaba ahí observándome sin decir nada.
-¿Qué pasa? -pregunté cogiendo el gloss para ponérmelo.
-Nada, que iba a decir que si ya estabas lista, pero joder... -murmuró recorriendo mi cuerpo con la mirada.
Yo sonreí levemente y me permití unos segundos para analizarlo también. Llevaba un traje negro, camisa blanca y pajarita, y no podía estar más guapo.
Me acerqué a él sin poder cambiar la cara de enamorada perdida, y levanté las manos hacia su pajarita para recolocársela.
-Estás guapísimo -acerté a decir despacio.
Él sonrió, y rodeó mi cintura con los brazos.
-A ver si así te enamoras de una vez de mí -dijo alzando un poco las cejas.
-No hace falta que te pongas traje para que me enamore de ti -sonreí.
-¿Ya lo estabas? -se interesó.
-Quizá un poco -susurré.
Amplió la sonrisa en sus labios, y yo no pude evitar mirarlos. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y tragué grueso para aguantarme las ganas de besarle.
-Vas a acabar siendo mi mujer de verdad, ¿Lo sabes, no? -susurró acercándome un poco más.
Yo fruncí los labios y me permití el lujo de rozarlos con los suyos, aunque lo único que hice fue aumentar mi deseo por devorarlos.
-Lo estoy deseando -hablé en su boca.
Apretó mi cintura con fuerza, y pude notar cómo también trataba de mantener el control sobre sus movimientos.
-Si no fuera porque te has puesto gloss esos labios ya serían míos -aseguró mirándolos.
-¿Te da miedo un poco de brillantina? -alcé una ceja.
-No, pero no quiero estropearte el maquillaje -dijo levantando una mano hacia mi cara y posándola sobre mi mejilla-. Porque si empiezo por los labios, luego sigue tu barbilla, la mandíbula, tu cuello, y así, bajando y bajando -susurró mientras hacía el recorrido por todos esos sitios con la mano.
Mis pulsaciones ya se habían disparado desde hacía rato, y la velocidad de mi respiración comenzaba a aumentar también.
Paré su mano cuando llegó a la abertura que tenía el vestido en el pecho, porque ya me quemaba demasiado.
Sonrió de lado, burlón, y cogió mi mentón con dos dedos, para acercarme a él y posar un beso sobre mi barbilla.
-Vámonos antes de que mande a la mierda el evento -murmuró humedeciéndose los labios.
Yo asentí un poco, y casi embobada por sus labios, dejé que me cogiera del brazo para que me pudiera apoyar en él y dirigirnos hacia las escaleras.
Mis nervios habían aumentado considerablemente, y ya no se debían solo al evento, sino que eran más por el futbolista que tenía a mi lado, tratándome como si fuera un princesa y adorándome con la mirada a cada paso que daba.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.